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Todos los capítulos de Entre mis hijos y el CEO : Capítulo 31 - Capítulo 40
84 chapters
Una solución estupenda
Todo lo que está pasando, hace que Elon se encuentre muy distraído, por lo que no está asistiendo a la empresa, el solo piensa en recuperar a Ross y eso no lo tiene nada fácil. Por fortuna, no tiene ningún asunto importante que requiera de su atención. Al llegar a su casa, se encuentra con Anya y Liz esperándolo, ellas querían hablar con él sobre el niño que están esperando.— Elon, ya no puedes evitar a Liz, es la madre de tu hijo —dijo Anya al mismo tiempo que lo toma por el brazo— ven, necesitamos planificar lo del matrimonio, pronto se le verá la barriga y eso sería de lo más bochornoso para nosotros.— Tía, ya he dicho que no me voy a casar con Liz, si me voy a hacer responsable del bebé, pues él no tiene la culpa de la calentura de nosotros y de la noche fogosa que debimos pasar, aunque no me acuerdo —mientras ve a Liz, con una mirada ensombrecida, la rabia se le notaba a leguas— pero no me voy a casar, un hijo no obliga a los padres a estar juntos.— ¿Cómo puedes hablar así,
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¡Se va a casar con Tyler!
En la mañana, mientras Ross prepara el desayuno se aproxima Tyler con mucho entusiasmo.— ¿Lo pensaste?, ¿¡te casas conmigo!?, esa puede ser la solución a todos tus problemas —dijo el hombre con naturalidad, él solo quiere mantener las apariencias y tener una familia—. Lo único que debemos hacer es un acuerdo pronuncia, de esa manera ganamos los dos, ¿¡que dice, Ross!?, ¿¡te animas!?— Sí, Tyler, no dormí casi pensando en tu propuesta —dijo agarrándose la cara como muestra de inseguridad— pero, están mis hijos de por medio y no les quiero hacer daño, no es normal que cambie de pareja tan rápido.— Comprendo, pero eso no tiene por qué pasar, hablamos con ellos y le aclaramos que nada más va a ser de mentiras e incluso, tú vas a dormir en otro cuarto, ¿piénsalo? —dijo y se acerca a ver que estaba cocinando— eso huele muy bien —dicho eso, salió del departamento dejando a Ross, terminar con sus deberes cotidianos. La mujer se quedó reflexionando en la propuesta de Tyler, cada vez que lo
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No hay más tiempo
Ross se encontraba caminando para buscar ayuda, para ella ese lugar es totalmente desconocido. Está asustada y no sabe qué hacer, en ese instante vuelve a sonar el teléfono.— Aló, Tyler, estoy perdida por eso necesito ayuda —expresa la chica con desespero—. No sé donde me encuentro y no veo a nadie que me pueda ayudar —dijo entre sollozos y en su voz se notaba que estaba muy asustada.— ¿Dónde estás, Ross? Ya sabia que te había pasado algo, por el hecho de que no llegaste a trabajar —pregunta Tyler al otro lado de la línea—. Dime, ¿¡dónde te encuentras!?, para ir por ti.— Fue Elon, me obligó a entrar al auto y me trajo a este lugar, está bien retirado de la ciudad, puesto que manejó durante mucho tiempo —dijo la mujer mientras miraba todo a su alrededor— Pero no ¡sé donde estoy y mucho menos como llegar!— Cálmate, Ross, ¡se nos tiene que ocurrir algo! —dijo el hombre con preocupación—. Por los momentos busca un lugar donde esperarme, ya salgo para allá —después de unos segundos le
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¿Qué hace ella aquí?
Elon se encontraba entre la espada y la pared, «¿cómo salgo de este problema sin casarme con Liz?, no quiero perder la única oportunidad de recuperar a Ross. ¿Qué estoy pensando?, si ella se va a casar con Tyler. En cambio, Liz, ella tiene a mi hijo y el matrimonio es la condición para que ella lo tenga», pensó, con las manos en la cabeza.A pesar de que no quiere tener ningún tipo de relación con aquella mujer, pero tampoco quiere que pierda al niño, eso es algo que jamás se perdonaría.— Señora Liz, ¿va a pasar o no? —preguntó el médico después de haber hecho el llamado en varias ocasiones.— Sí, ya voy —dijo la mujer y las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas. Ella comenzó a caminar, cuando sintió que la sujetaban con fuerza por el brazo.— Ganaste, Liz, si me voy a casar contigo, pero por favor, no lo hagas, no mates a nuestro hijo —musitó Elon derrotado, ya no sabía que hacer, su vida se ha destrozado por completo, «por lo menos que mi hijo se salve, él no tiene la culpa
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Todo es perfecto
Al caer en cuenta de lo que está pasando, Elon se enfurece, no puede creer que Liz esté en su cama y sin ropa.— ¿¡Qué hace aquí, Liz!? —expresó el hombre y se levantó rápidamente, Liz comenzó a agarrarlo para continuar; sin embargo, no pudo él se encontraba fuera de sí por la rabia que tenía—. ¡Liz!, ¡quiero que entiendas que me voy a casar contigo por nuestro hijo!, pero entre tú y yo no va a ver nada, absolutamente nada. Además, apenas nazca el bebé le voy a mandar a hacer una prueba de ADN, todavía no creo que hayas quedado embarazada solo esa noche que estuvimos juntos —dijo agarrándola por los brazos.— ¿¡No puedo creer que seas tan patán, Elon!?, ¡estoy embarazada y mira como me tratas! —dijo la mujer y comenzó a llorar de manera descontrolada—. Ay, ay —expresó con extremo dolor y se agarra el vientre.— ¿Qué te pasa?, ¡Liz!, ¿te duele algo?, ¿¡dime que te duele!?, ¡dime algo! —expresó el hombre con preocupación mientras buscaba la manera de ayudarla.— Nada, Elon —dijo mientr
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El plan perfecto
— Elon, ¿qué sorpresa el verte aquí?, y claro que nos vamos a casar —expresó Tyler, él sabe lo incómoda que debe estar Ross por aquella situación, por lo que trata de minimizar el impacto. A pesar de que ella intenta tranquilizarse, no puede disimular los nervios que tiene al ver al hombre y a la mujer frente de ella, «¡Qué mala suerte la mía!», pensó Ross, mientras trataba de contenerse para no gritarles unas cuantas cosas.— ¿Por qué te iba a decir mentiras? —interrumpe Ross a su acompañante, mientras ve a la pareja con desprecio— Tyler, es un hombre maravilloso y sabe cómo hacerme sentir mujer —dijo aproximándose a la cara de Tyler— casarme con él, es lo mejor que me puede pasar.— La bendición es para mí, eres toda una princesa y quiero pasar junto a ti el resto de mis días —dijo el hombre y rodeo con su brazo a Ross y la presionó contra su cuerpo.—Vaya, la muerta de hambre resultó ser muy habilidosa, soltó a un millonario y agarró a otro, se nota que no quiere continuar en la m
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Por una noche de calentura
Una vez que tenían los acuerdos prenupciales, Ross y Tyler se dirigieron al registro civil para casarse. No querían una fiesta grande, después de todo es un contrato, por lo que hicieron todo muy sencillo, solo estaba presente ellos, por ser los novios y los testigos. Entre los testigos, se encontraba la pareja sentimental de Tyler, este no estaba de acuerdo con ese matrimonio, pero no objeto, puesto que nadie sabe de su orientación sexual. Al llegar al registro civil, Tyler llama a Ross para presentarle a uno de sus testigos. Ella pudo notar el trato especial que tenía hacia este hombre, por lo que le pareció extraño.— Ross, acércate un momento —dijo Tyler y se acercó a uno de los testigos— quiero presentarte al doctor Fred Toad, él es ginecólogo y obstetra. Si estás de acuerdo, él puede ser el médico tratante de tu embarazo, además es un amigo muy cercano y le tengo extrema confianza.— Mucho gusto, Ross —dijo mientras extiende la mano y abraza con cariño a Tyler, la mujer notó
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Una mujer inteligente
Elon regresó a la mesa con las mujeres, todavía se encuentra desconcertado por la noticia, él no puede asimilar que Ross ya esté casada con Tyler.— Elon, sobrino, ¿por qué demoraste tanto en el baño? —preguntó Anya con curiosidad, además de notar la expresión del hombre, es evidente que algo pasó, ella agregó— el mesero vino en tres oportunidades a traer la comida y tú nada que llegabas.— Te pasó algo en el baño, ¡tienes una cara! —expresa Liz viendo al hombre a la cara, por su actitud nada bueno le ocurrió.— No ocurrió nada, es que me encontré con alguien y me detuve a conversar —dijo el hombre en un tono brusco cambiando el tema continuo—. Liz, averigua todo mañana para casarnos, eso debe ser cuanto antes —expresó, dejando a las presentes sorprendidas.— ¿¡Me estás hablando en serio, Elon!?, ¿quieres que averigüe los requisitos para casarnos? —preguntó la mujer incrédula, por el hecho que el hombre ha postergado hablar del tema hasta ese día.— Sí, Liz, ya va a empezar a crecer
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Ese hombre, ¡de verdad te ama!
Al día siguiente, Liz y Anya salen muy temprano para comenzar con los preparativos del matrimonio. Se encuentran entusiasmadas y quieren que la boda quede perfecta, por lo que recorren varias agencias de decoraciones buscando una que se adecue a sus gustos.— Liz, salir con alguien que tiene buenos gustos es lo mejor que puede pasar, para la pobretona cualquier lugar era bueno y todo lo que le mostraba, le gustaba —dijo Anya menos preciando a Ross.— Los pobres no saben nada de moda o buen gusto, puesto que se deben de conformar con cualquier cosa —respondió Liz y se rieron a carcajadas.— Liz, querida, creo que invitar a trescientas personas es mucho, Elon quiere algo sencillo, ¿no crees que se va a molestar?— Él no se va a dar cuenta, hasta ese día, así que no me importa —dijo muy segura y con un tono de arrogancia—. No creo que se arriesgue a formar un escándalo después de lo que pasó en sus matrimonios anteriores ¿te imaginas?, el tercer matrimonio frustrado, ¿no creo que se arr
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Todo está funcionando
Al llegar a la consulta, saludaron al doctor, este se encontraba molesto, puesto que cada paciente tiene su tiempo establecido y él le hizo ese espacio a la chica sin previo cita y de paso llega tarde. A pesar de que trató de ser cortés, se le notaba la molestia y el desagrado al atender a la mujer, y en especial, cuando Tyler mostraba afecto a su esposa por el embarazo. Una vez que ha llenado los datos de la paciente y realizado las preguntas concernientes al embarazo y la salud de la mujer, van a realizar los estudio sonográfico.— El bebé se encuentra saludable, está en buena posición —expresó el doctor mientras ve el monitor— usted tiene un tiempo de doce semanas y tres días, tardó mucho en venir a llevar a cabo el chequeo —musito mientras continúa revisando al niño mediante el aparato.— ¿Doce semanas, doctor?, ¿eso es mucho tiempo? —expresa Ross sorprendida, pues ella consideraba que tendría como máximo ocho semanas.— Pues, no. Aquí se muestra que lleva doce semanas, por fo
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