Siento que alguien hace suaves caricias en mi cabello, quiero despertar, pero los párpados me pesan y no puedo despertar.—Reina, ¿Cómo te sientes? —pregunta una voz que es familiar—. Te pido perdón, no quiero que sigamos peleados, no puedo vivir sin ti.Abro los ojos de golpe encontrándome con la mirada de Mauricio. Por un momento quiero abrazarlo, besarlo y olvidar todo lo que pasó, pero algo en mi interior no me permite hacerlo.—Me siento bien, no tienes de que preocuparte. —me cruzo de brazos—. Referente al otro tema no quiero saber nada.—Amor necesito explicarte como fueron las cosas. —se arrodilla—. Sé que fui un imbécil al no ser más precavido amor, pero te puedo explicar cómo pasaron las cosas. Además, ya encontré un nuevo departamento.Me levanté para decirle que nada de lo que me explique en este momento me importa, solo necesito tiempo para pensar bien las cosas. Cuando iba a hacer el intento de hablar, la puerta se abre abruptamente y veo a Leonor parada en el umbral de
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