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Todos los capítulos de Mi Hermanastro es mi Mate: Capítulo 31 - Capítulo 40
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Capítulo 31. ¡Esta cita a ciegas no podría resultar mejor!
Jacob.La primer hora después de que Dalila me dejara más indefenso que un bebé en el piso la pasé recargado en la pared de la ducha. En algún punto el agua se había vuelto fría, o tal vez nunca abrí el grifo del agua caliente. Como sea, me importaba una mierda.Mis pensamientos eran caóticos y no podía dejar de repetir algunas escenas en mi mente; sobre todo reviví una y otra vez la mirada dolida de sus ojos cuando quise dictar su sentencia de muerte.Cerré los ojos y golpeé mi cabeza contra los azulejos algunas veces. Kell no me había vuelto a dirigir la palabra y lo sentía alejado en un rincón de mi mente. Era extraño porque normalmente quería estar siempre al frente y al centro de mi cabeza; ahora solo se limitaba a mirar el negro infinito de sus pensamientos.Me sentí un poco culpable, pero ciertamente no tenía tiempo para preocuparme por animar a mi lobo. Hasta el momento solo había llegado a la conclusión de que fue estúpido de mi parte no tratar de conocer a Dalila antes de fo
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Capítulo 32. El hecho de sentir atracción por dos o más lobos no te hace una zorra.
Dalila. -… Entonces mordí al chico Jared y probé que no tenía nada que ver con sus asuntos. - Les dije a mi madre y a Charlie. Nos encontrábamos en la sala bebiendo nuestros batidos y comiendo algunas galletas. Lo primero que hice después de entrar fue ser casi asfixiada en un abrazo por mi mejor amigo y luego me arrastraron a la sala para que les contara mi muy divertido día. -Tuve que morder a Jacob y quitarle la marca; no solo para que el Consejo no pensara tonterías después sino también para no tener nada que ver con el lobo. - Dije encogiéndome de hombros. -Ese idiota, desde que lo vi quise dispararle… más veces. - Dijo Charlie enojado. - Ya he hablado con mi padre para tomarme unas pequeñas vacaciones; no pienso volver sin mis damas favoritas. Tal vez podamos ir a Europa…- Dijo mirándome con esperanza. Yo suspiré. Había llegado el momento de hablar del gran elefante en el cuarto pero aun quería retrasarlo un poco porque no tenía idea de qué hacer aún. -Antes que nada, yo h
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Capítulo extra II.
Kenny.Kenny -¡Deprisa cachorro! No querrás llegar tarde a tu primer día como guardia. ¡Qué emoción! Mi pequeño está creciendo y pronto será alguien importante en la manda… - Y aquí damas y caballeros estaba mi madre, Laura. Entusiasta de las manualidades y dueña de la única heladería de la ciudad, su efusividad siempre era querida y aceptada por la manada. “La loba más alegre” murmuraban muchos. Yo la amaba, pero no compartía su entusiasmo por la mitad de cosas que le emocionaban. - … la cámara. ¡Eso es! Tomaré una foto de este momento y la enmarcaré en la heladería… Mi madre por fin me dejó solo en mi cuarto mientras iba a buscar su cámara; ni siquiera traté de detenerla, era imposible cuando se ponía en modo “adicta al azúcar” que tanto me provocaba estrés. Suspiré y me levanté para comenzar a vestirme con mi nuevo uniforme. Más temprano por la mañana, el alfa Gabe se contactó conmigo (con mi madre, más precisamente ya que se autodesignó el papel de mi secretaria) para informar
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Capítulo 34. ¡Extiende la mano como perro!
Dalila. -¡¿Qué m****a?! ¡Aléjate de esa chica! Estaba inclinándome para escupir/lamer/ salivar sobre el rostro deforme de Brianna cuando fui apartada bruscamente por la señorita Morrison. Me preguntaba dónde había estado mientras mi loba y yo intentábamos contener a la loba de Clara. Dicha loba se encontraba actualmente gruñendo hacia la encargada del piso. *Contrólate. Después de que mi loba le enviara la orden por la marca, la loba de Clara se sentó obedientemente y solo observó a la señorita Morrison tratar de ¿Revivir? ¿Evaluar el daño? ¿Ayudar a enterrar el cuerpo? De Brianna. -M****a… M****a… M****a… *Tenemos que curarla o saborear su horrible sangre será el menor de nuestros problemas. *Lo sé, pero dudo que la señorita Morris me deje acercarme y no tengo tiempo para explicarle. *Tendremos que someterla. *¡¿Estás loca?! ¿Cómo demonios la vamos a someter? Por lo que sabemos, ya pidió ayuda por el enlace de la manada y actualmente estamos a dos segundos de que lleguen los
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Capítulo 35. Tú sígueme y veremos mucha piel.
Dalila. Después de esas fuertes declaraciones se escucharon algunos gruñidos en el claro. -Por favor, baja el arma. - Dijo el Alfa Gabe a un punto de la audiencia. Muchos seguimos su mirada y encontramos a Charlie apuntando justo a la cara de Brianna. A su lado estaba mi madre gruñendo amenazadoramente hacia la tarima. *Yo apuesto por Charlie. Creo que la bala llegará antes a la loca que nuestra madre. *No estaría tan segura. Nuestros amigos se ven bastante asesinos en este momento. Le dije a mi loba cuando presté atención al resto de los gruñidos que se escuchaban. No solo mis amigos, sino que había varias caras conocidas que gruñían en dirección de Brianna: Boris, Alicia, Muse, Helsen, Esteban, Martha, mamá G, Damián y, para mi sorpresa, Jacob; todos comenzaban a adoptar una posición claramente agresiva. *Aww, yo también los amo a todos. Menos al idiota, ese sigue en nuestra lista de mutilar para después. *Esto es serio, ¿Crees que tengamos que intervenir? *No, el Alfa Gabe s
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Capítulo 36. Tendrás que salir de mi harén.
Hubo silencio cuando entré al gimnasio de duela y miré hacia donde tenían colchonetas para practicar. Enseguida localicé a Damián y confieso que moví un poco extra mis caderas al acercarme a él. Era una clase exclusivamente para chicos, por lo que pude ver, y me sentí muy halagada cuando todos pusieron sus ojos en mí. -Hola Damián. - Dije dándole una sonrisa coqueta. -Hola Dalila. - Dijo dándome una cálida sonrisa amable. - ¿Qué te trae a este humilde recinto lleno de sudor y olor corporal masculino? ¿Estás perdida? Eran al menos unos 10 chicos y todos habían dejado de hacer lo que sea que estuvieran haciendo para mirarme y poner atención a nuestro intercambio. Yo le hice un pequeño puchero. -Te extrañé, pensé que tú también me habías extrañado. Damián me regalo otra sonrisa, esta vez con hoyuelos y casi me desmayo. -Claro que te extrañé, pero en este momento me encuentro enseñando cuerpo a cuerpo a los cachorros. ¿No tienes alguna clase en la que estar? - ¿Estás tratando de ale
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Capítulo extra III.
Gabe.*Madison, prepara el cuarto de interrogación y drogas para someter a un elefante.Esperé algunos momentos mientras escoltaba a los guardias hasta la mazmorra y me comuniqué con el líder de la partida de caza dando instrucciones de que sometan a Jared y lo lleven para interrogatorio en la sala especial de la clínica.*Alfa, ¿Para un elefante?*Si, Madison. Adminístrale la primera dosis al invitado que te voy a mandar y luego monitoréalo de cerca. Necesito interrogarlo un poco más antes de decidir qué hacer con él. Sin embargo es un invitado especial, por lo que no podemos tenerlo 100% lúcido.*Si, Alfa.Dejé a mi nuevo guardia a cargo del amigo de mi hija, si es que todavía me quería considerar paps Gabe, y fui directo a la sala del consejo. Fue un movimiento inteligente el de mi hijo al irse para no lidiar con los viejos cuervos. Aunque creo que más bien fue porque su mate declaró delante de muchos testigos que no quería tener nada que ver con él. Como sea, confío en que resolve
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Capítulo 38. ¿Cómo sabes eso?
Jacob.Regresé en estado zombi a mi oficina; creo que dejé la comida en algún rincón de mi escritorio y me puse a contemplar el vacío por minutos, horas… quién sabe.Estaba contemplando ir con Madison, de todas formas no podía poner mi cabeza en orden como para continuar con el papeleo. Cualquier cosa con tal de quitarme este entumecimiento de encima. No podía creer que me causaría tanto vacío cuando por fin lograra cosechar lo que había estado sembrando.Me levanté despacio y me dirigí a la puerta. Quizá pasaría por una copa o algo antes de…*¡Jaicob! Corre a la Wolf´s school. Ataque en el tercer piso de los dormitorios de las chicas, loba desconocida, Dalila está en peligro…*¡Ya estoy en camino!Corrí tan rápido como pude y subí las escaleras casi volando al tercer piso. La escena no tenía sentido: Clara desnuda, con las manos y parte de los brazos llenos de sangre, la señorita Morris histérica y Dalila balanceándose. Corrí y me arrodillé a su espalda para evitar que cayera. La sac
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Capítulo 39. ¿Por qué cada que un Alfa me pide un favor personal termino con un nuevo hermanastro?
Jacob.Tuvimos que esperar en la entrada hasta que revisaron nuestros vehículos y nos hicieron un cateo de cuerpo completo, lo que no era tan ridículo teniendo en cuenta que seguíamos sin saber de dónde demonios habían salido tantos lobos para atacarnos no solo a nosotros sino también a ellos.-Alfa Jacob, por favor síganos a la casa de manada. - Dijo uno de los guardias cuando pasamos la inspección.Tuvimos que dejar los autos y fuimos a pie el resto del camino. Las calles, las casas y los edificios se veían bien; aunque esta manada no era tan próspera como la nuestra, no se podría notar a simple vista. Lo único extraño, o no tan extraño, era la ausencia de lobos en las calles. De hecho, no había sonido en absoluto y esto me tensó un poco pero no lo demostré. Mientras tanto, mis chicos observaban su entorno con el mismo cuidado que yo y estaban igual de tensos. Esto podría ser una trampa.Llegamos y en la puerta nos esperaba el Alfa Armando con la cara adusta, dientes apretados y bra
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Capítulo 40. Soy una loba, no una adivina.
Dalila.Desperté suavemente con una mano haciendo caricias agradables en mi cadera. Me estiré un poco y abrí los ojos a una habitación oscura. Habitación oscura… habitación oscura…*Dormimos con Dylan. Estamos en su casa.*Oh, cierto. Gracias, estaba por entrar en pánico.Entonces escuchamos unos gorgojeos de bebé y las risas apagadas de dos lobas.-Hola. – Dijo Dylan directamente en mi oído. - ¿Descansaste bien?Y me acomodé para ver sus ojos en la oscuridad.-Si, gracias. Lo necesitaba… aunque siento que los últimos días las he pasado desmayada o dormida. - Dije encogiéndome de hombros. El solo sonrió suavemente y siguió acariciando mi cadera.-Creo que deberías de para de curar gente por un tiempo, tu cuerpo no está acostumbrado y creo que consume mucha de tu energía. Soy feliz de informarte que nos hemos saltado nuestras clases.-Mierda. – Le dije sin estar verdaderamente preocupada. – Supongo que tendré que sobornar a la directora para que no me suspenda y me deje graduarme. Nece
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