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Todos los capítulos de MI VIENTRE EN ALQUILER : Capítulo 41 - Capítulo 50
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CAPÍTULO 40
Enzo pudo sentir la inocencia pura en esa boca inexperta en todos los sentidos, que le dio un punto más a la cima de sus emociones. Literalmente podía percibir el temblor de sus labios, y se apresuró en abrir la boca para succionar los suyos con ansiedad.La adrenalina que recorrió su cuerpo hizo que el peso de sus hombros y todos los demás desapareciera, mientras sus manos acunaron más su rostro para profundizar el beso, que estaba aumentando la crisis en su sistema.Ella se dejó llevar por su toque, por su lengua ávida de deseo, de perturbación por lo que estaba haciendo, y por un plus que se agregó ante este acto prohibido y sacado de forma.Cada vez que sus labios rozaban, cada vez que succionaba su boca para extraer el sabor, o cuando sus lenguas hicieron contacto, fue como si sus mentes llegaran a otra dimensión, haciéndoles saber que esta atracción no provenía de este mundo.Un sonido gutural y áspero salió de la boca de Enzo, que murió en la garganta de Gianna, estremeciendo s
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CAPÍTULO 41
—Ha sido publicado… pero ¿Hasta dónde vas a llegar con esto? Este hombre se volverá loco con este escándalo, eso sin hablar de cómo lo tomará su familia… sabes que son demasiado conservadores y para Enzo, ellos son su tesoro.Antonella suspiró mientras miraba el closet vacío de Enzo en su habitación, teniendo ya horas, sentada, en esa amplia cama que se veía tan vacía sin Enzo.Había salido del hospital casi a la fuerza, y con una firma que decía que ella se hacía cargo si su salud empeoraba, pero después de lo de anoche, y de todo lo que estaba pasando en su vida no podía dormir o quedarse tan tranquila después de todo.Enzo posiblemente pensaba que iba a acabar con su matrimonio solo con decirle que la dejaba, pero si él quería vivir una pesadilla como ella, entonces compartirían el mismo infierno.—Te llamé para corroborar si habías enviado el periódico con el domiciliario a la casa de esa maldita, no para obtener un sermón.—Se envió… eso fue hace unas horas, así que quédate tranq
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CAPÍTULO 42
Hubo un silencio largo, porque además de la incredulidad de Antonella por cómo su pequeña y dulce ex asistente la enfrentaba por primera vez, también estaba Enzo, fuera de sí, ante un carácter decidido que no había visto en Gianna.Toda su familia abrió los ojos ante el impacto de la escena, mientras Alexia sonreía cruzándose de brazos, sabiendo que no tenía que decir una palabra ahora.—¿Pero qué nivel es el descaro de esta mujer? —la pregunta de Antonella, fue disminuida en su tono esta vez, observando a los padres de Enzo que ya no tenían un rostro molesto, sino, conmocionado.—Solo una persona como tú puede hablar de niveles de descaro, y reconocerlo… —Gianna siguió y luego se giró a la familia de Enzo—. Lamento llegar con en esta presentación… pero una mujer que no solo destruye la vida de su hijo, sino también quiere hacerlo con sus nietos, no es digna de escuchar… Ella quiso destruir mi vida, mi familia con calumnias, pero ustedes no pueden permitirse ser engañados…La risa de
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CAPÍTULO 43
—Cuando supe la verdad… vine a casa, y tuve una fuerte discusión con Antonella… en el momento en que quise irme, ella se cortó las muñecas. Es por esto que estuvo ingresada en el hospital…Gianna levantó la vista hacia él un poco conmocionada por la información.—Fue esa noche cuando te pedí que confiaras en mí… y fue esa noche cuando tuve tanto miedo de que ella te hiciera daño…Gianna bajó la mirada recordando el episodio.—Ella vino a decirme que estaba deprimida, porque habías vuelto a engañarla… que tenía problemas, situaciones de infidelidad…Enzo rio cínicamente.—Ni una vez he irrespetado a Antonella… Gianna… —Enzo se atrevió a tomar su mano—. Mírame…Enzo tomó su barbilla con los dedos haciendo que Gianna lo mirara.—No estoy aquí porque tenga estos problemas con Antonella… No hay un malentendido, o alguna pelea que vaya a tener reconciliación. Esta es mi vida, la que ella ha jodido completamente, y no hay vuelta atrás con respecto a mi divorcio, que estoy seguro será una dem
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CAPÍTULO 44
—Enzo… ¿Qué es todo este desastre? —Enzo rascó sus ojos, mientras se acomodaba en el sofá frente a sus padres.Le había pedido a Gianna que descansara un poco mientras él bajaba a tener una conversación con sus padres, que ahora era una necesidad. Además, tampoco quería exponerla sin antes no enfrentarlos primero.—Ella es Gianna… espero que puedan recibirla una vez se sienta mejor…Alonso miró a Francesca y luego frunció el ceño hacia Enzo.—Y ¿Dónde queda tu esposa, Enzo?La mirada del empresario, fue dura para sus padres.—¿Qué quieres decir con eso, papá? Demandaré a Antonella, además de una orden de restricción para que no se acerque a Gianna, y les digo de una vez, lo más seguro es que tenga que enviar una demanda para el divorcio… ¿Acaso han creído todo lo que ha salido en ese periódico? ¡Esta mujer ha arruinado mi vida! Me ha mentido de la peor forma haciéndome creer que no podía tener hijos para no dañar su cuerpo, y llevando todo esto al límite de utilizar los óvulos de Gian
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CAPÍTULO 45
Con los ojos muy abiertos, Enzo se removió en la cama de un lado a otro, sin poder conciliar el sueño. Miró la hora desde su teléfono, y notó que eran las once de la noche.Y aunque su día había sido difícil, la euforia por lo que había vivido con Gianna, lo mantenía alerta, si, poder cerrar sus ojos, o sacarla de su mente por un minuto.Se sentó en la cama y aspiró el aire. Solo tenía una sudadera puesta cubriendo sus piernas, ya que por lo general dormía sin camisa.Caminó por la habitación, y decidió ir a la cocina a buscar agua fría, entonces cuando bajó las escaleras, pudo notar que las luces bajas de la cocina estaban encendidas, y no pudo evitar fruncir el ceño para acercarse de forma lenta.Le tomó por sorpresa ver allí de pie a Gianna, que sostenía un vaso en sus manos, mientras observaba al jardín detenidamente. Y esto lo hizo sonreír.—Hola… —ella saltó de inmediato, y él se apresuró en llegar a su sitio para tocar su espalda—. Soy yo…Gianna se giró con las mejillas rojas.
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CAPÍTULO 46
Una semana después, Enzo estaba sentado en su escritorio, mientras Zia trataba de organizar su agenda lo mejor posible.Estaba abarrotado de reuniones que habían sido aplazadas por toda la situación que arropó su familia toda la semana, y exactamente en este día, iba a dar una conferencia a la prensa, junto a su hermana Alexia, que iba a sentarse junto a él como forma de apoyo.Había un poco de preocupación desde el momento en que salió de su casa por colocarle una orden de restricción a Antonella, y aunque su abogado le dijo que ella ya la había recibido, su silencio de hecho lo ponía más nervioso.No por él por supuesto, sino por Gianna, y con hoy eran tres días desde que ella lo supo.Al día siguiente, desde que se levantó de esa cama y se quedó mirando a Gianna mientras ajustaba su corbata, supo que no iba a apabullarla con sus deseos a que no estuviera en el trabajo por un tiempo, y recordó días atrás como se agachó para depositar un beso en su nariz.Le había costado una vida qu
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CAPÍTULO 47
Si alguien le hubiese dicho que iba a experimentar esta sensación de enamoramiento, de un proceso en el que literalmente estaba construyendo algo y que se estaba esforzando en cada momento, en cada palabra, en cada acción para poder tener un resultado positivo en su vida, no lo hubiese creído.No quería comparar a Gianna con Antonella, porque era bizarro incluso hacerlo, pero sabía que, en el pasado, no hizo absolutamente nada para forjar una relación, no tuvo que hacer ningún esfuerzo, ni sintió algún mérito para eso, y por supuesto qué ahora podía notar una diferencia abismal.Unos toques en la puerta hicieron que su boca se torciera en un gesto, y luego se giró lentamente para anotar que Gianna estaba delante de él, completamente seria y con los brazos cruzados.Su vestido suelto solo la hacía parecer fresca, y adoraba como su vientre un poco abultado se notaba ya en este tercer mes.Y de alguna forma, también lo excitaba.—Lamento interrumpirle, señor, pero vengo a colocar una que
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CAPÍTULO 48
—Sus dos bebés…Los ojos de Enzo ardieron cuando observó el monitor, y vio a estos dos chicos moviéndose por la pantalla completamente formados.Aún le parecía increíble que esto fuera cierto. Y mirando los ojos nublados de Gianna, solo pudo apretar su mano mientras le envía una sonrisa segura.—¿Cuándo podremos saber el sexo? —preguntó ella con la respiración entrecortada, mientras el médico le sonrió y pasó nuevamente el ultrasonido por su vientre.—Pensaría que en el cuarto mes y medio o sobre los cinco, nunca se sabe, a veces ellos se dejan ver a las pocas semanas o a veces no se dejan ver. Pero lo que sí les aseguro, es que, como es un embarazo gemelar, ambos niños serán del mismo sexo.Enzo y Gianna se miraron para asentir, y luego el doctor le indicó a ella, que se limpiara el vientre, entre tanto él hacía un informe, para enviar algunos complementos, que eran fundamentales para el segundo trimestre.A los pocos minutos Gianna recibió en sus manos la foto de sus bebés, mientras
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CAPÍTULO 49
Había preparado un atardecer maravilloso con Gianna en esa cabaña, tenía una cena increíble, rosas, junto a una chimenea encendida para hablar toda la noche. Pero ahora mismo no podía resistir el ansia y las ganas que tenía por besar su boca y por demostrarle todo lo que se está acumulando en su pecho, y todo lo que sentía por ella.Y sin darle un aviso, sin prepararla, incluso tomó su rostro, lo alzó hacia él, y de la forma más sincera como nunca en la vida lo hizo, le dijo:—Te amo cara mía…Gianna estaba a punto de responder lo mismo que ella sentía por él, cuando Enzo la besó de una manera apabullante que hizo que su aliento muriera en su misma boca.Ella se apresuró por abrazarlo, y luego sintió cómo el cuerpo de Enzo la echó hacia atrás hasta que ella se recostó en la arena, y medio cuerpo de él estuvo encima, teniendo cuidado de no ejercer su peso.Gianna abrió la boca para que Enzo profundizara el beso, mientras que sus lenguas danzaban de una forma significante, apasionante y
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