—Sus dos bebés…Los ojos de Enzo ardieron cuando observó el monitor, y vio a estos dos chicos moviéndose por la pantalla completamente formados.Aún le parecía increíble que esto fuera cierto. Y mirando los ojos nublados de Gianna, solo pudo apretar su mano mientras le envía una sonrisa segura.—¿Cuándo podremos saber el sexo? —preguntó ella con la respiración entrecortada, mientras el médico le sonrió y pasó nuevamente el ultrasonido por su vientre.—Pensaría que en el cuarto mes y medio o sobre los cinco, nunca se sabe, a veces ellos se dejan ver a las pocas semanas o a veces no se dejan ver. Pero lo que sí les aseguro, es que, como es un embarazo gemelar, ambos niños serán del mismo sexo.Enzo y Gianna se miraron para asentir, y luego el doctor le indicó a ella, que se limpiara el vientre, entre tanto él hacía un informe, para enviar algunos complementos, que eran fundamentales para el segundo trimestre.A los pocos minutos Gianna recibió en sus manos la foto de sus bebés, mientras
Había preparado un atardecer maravilloso con Gianna en esa cabaña, tenía una cena increíble, rosas, junto a una chimenea encendida para hablar toda la noche. Pero ahora mismo no podía resistir el ansia y las ganas que tenía por besar su boca y por demostrarle todo lo que se está acumulando en su pecho, y todo lo que sentía por ella.Y sin darle un aviso, sin prepararla, incluso tomó su rostro, lo alzó hacia él, y de la forma más sincera como nunca en la vida lo hizo, le dijo:—Te amo cara mía…Gianna estaba a punto de responder lo mismo que ella sentía por él, cuando Enzo la besó de una manera apabullante que hizo que su aliento muriera en su misma boca.Ella se apresuró por abrazarlo, y luego sintió cómo el cuerpo de Enzo la echó hacia atrás hasta que ella se recostó en la arena, y medio cuerpo de él estuvo encima, teniendo cuidado de no ejercer su peso.Gianna abrió la boca para que Enzo profundizara el beso, mientras que sus lenguas danzaban de una forma significante, apasionante y
Gianna reposó su cabeza en el pecho de Enzo, mientras sus dedos acariciaban su duro abdomen. La noche era demasiado perfecta como para pensar en alguna cosa mientras sus cuerpos entraban en calor., junto al sonido de las llamas que se consumían muy cerca de ellos en la chimenea.Ella todavía no salía del trance, estaba impresionada con lo que había pasado y sobre todo lo que su cuerpo ya había experimentado. Jamás en su vida pensó vivir una experiencia como esta, y ser tomada de una manera tan sublime y tan llena de pasión, llena de un control para hacer las cosas, en movimiento perfecto solo para arrancarle los sonidos que ni siquiera ella conocía, y que habían salido de su garganta una y otra vez.Alzó el rostro hacia Enzo y sin pensarlo, le dio un beso en la mandíbula entretanto él bajo la mirada y le sonrío.—Me gusta eso… —y después Enzo besó su boca apasionadamente—. Quisiera quedarme toda la vida en este instante. Mirándote, acariciando tu cuerpo y amándote hasta la eternidad.
Ya no necesitó tres dedos de frente para saber de quién se trataba, y dejándose caer en el sofá entendió que su vida ya no iba a ser nada fácil a partir de ahora.Enzo y ella estaban marcados, de por vida.Y por más de qué intentara ser fuerte, por más de qué pudieran hacerse de la vista ciega, esta mujer a su alrededor, se encargaría de hacer de su vida una desgracia todos los días.Cerró la notificación de su celular cuando la puerta del apartamento se abrió, y Enzo la miró expulsando un poco el aire ante la irritación que le habían dado esos reporteros afuera.—La policía ya está controlándonos, contactaré a una agencia de seguridad de confianza para que esté contigo en las 24 horas al día, y para que mantengan esta gente fuera de nuestras vidas.Gianna bajó la mirada y asintió un poco desanimada.—Creo que ella no desistirá nunca de esto, Enzo. Creo que ella estará cada día de su vida haciéndonos la vida imposible… y no tengo miedo por nosotros, porque podemos resistirlo, el tema
Los días siguientes pasaron de forma lenta, sobre todo porque la carga en los hombros de ambos se hacía demasiado pesada para soportar.Los tabloides no dejaron de hablar de ese momento cuando estaban saliendo del auto con Gianna y en cómo la protegía vas a llegarla hasta ese edificio que ahora era resguardado por la policía casi a diario. No había un lugar donde pudieran ir en que no tomaran fotos y no hablaran de ellos. Parecía como si Antonella hubiese contratado a un montón de gente para apuñalarlos sin dejarlos respirar, y de la noche a la mañana, era como si todos estuvieran en su contra.De alguna forma Enzo sabía que era muy difícil la inestabilidad emocional de Antonella, ahora que se encontraba sola. La imposibilidad de no tener hijos, aunque ella nunca los había querido, sumado a un divorcio público que de cierta forma también dañaba su imagen de empresaria. Pero tampoco la podía excusar, él le dio la oportunidad de llevar esto por las buenas, de concluir como amigos respet
Por la mañana Gianna estaba saliendo con varios hombres de seguridad, ya que Enzo en este día no iría a la empresa, porque debía asistir a una cita en la corte con el abogado del divorcio.Ella pudo haberse quedado en casa, pero no quería atrasarse ni un día con respecto al proyecto, porque en una semana estarían presentando todo lo relacionado a los nuevos diseños y la nueva línea de embarazo que ella y Ángelo mostrarían ante toda la asamblea.Llego a la planta como de costumbre, mientras las miradas eran notoriamente hacia ella, y pensó que algo, además de todo el desastre diario, estaba ocurriendo en este día.Se sentó en su oficina y comenzó a revisar los bocetos, para luego recibir una notificación nuevamente de ese número extraño, con un link para abrir.Ella entró a la página web a la que redireccionaba su teléfono y encontró un artículo allí publicado, con varias fotos de página, donde salía ella y Enzo, y una imagen aparte de Antonella, junto a un título que decía: “La verdad
A la mañana siguiente Gianna se movió a los lados para mover su vestido suelto mientras acarició su vientre para desearle buenos días a sus hijos.Alisó un poco su cabello, colocó algo de maquillaje en su rostro, y, por último, dejó un brillo de labios en su boca. Entonces, cuando se giró en su habitación, vio que Enzo estaba terminando de colocarse la chaqueta y se acercó rápidamente a él para arreglarle un poco la corbata, mientras que le daba un beso en la comisura de su boca.—Es una lástima que tengamos que salir de aquí… —dijo él acariciando su cabello.—La verdad es que estoy muerta de nervios, creo que más por ti que por mí.—¿Y eso?—Sé que mis padres no son groseros, pero no sé qué puedan decirte ante su enojo, aunque estoy preparada para cualquier cosa.Enzo tomó su rostro y lo acercó al suyo.—¿No crees que hemos pasado demasiadas cosas, como para preocuparnos por lo que puedan decirme tus padres?—Amaría que te aceptaran…—Lo sé cariño, entiendo lo que deseas. Pero vayamo
Se sentaron en un sofá grande que ella conocía muy bien, y al que solía estar con Rosella cuando ella le contaba sobre la escuela.—¿Cómo es…? ¿Cómo es eso de que te vas? —Bianca preguntó en un tono neutral cuando todos se sentaron—. ¿Has cometido un delito acaso…?Entonces Enzo asintió hacia Gianna para que tuviera la seguridad para hablar.—Seré breve mamá… todo comenzó cuando llegó esta deuda de la hipoteca… estaba al borde de la locura queriendo resolver de alguna forma, porque sé lo importante que es para ustedes esta casa… y allí es cuando la señora Antonella se ofreció a pagarla.—¿Qué? —Carlo fue el primero en interrumpir—. Entonces…—Entonces ella dijo que no podía tener hijos, y que yo era la candidata que había elegido para ser su madre sustituta… no tenía una elección, no sabía cómo pagarle, y ya le debía mucho, no…—¿Hiciste eso solo por la casa? —Bianca se agitó.—Por ustedes… por Rosella… por…—Gianna… ¿Por qué no lo hablaste con nosotros? —preguntó su padre alterado.—