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FAMILIA
Un mar de abundantes lágrimas saladas, acudieron presurosas a rebasar sus gastados ojos. Su boca se torció en un gesto doloroso, rechinó los dientes evitando hacer ruidos, sabía que me incomodaba ver llorar a las personas, pero ahora todo era diferente.- A veces es bueno hacerlo –dije frotando su cabeza.Maximilian echó a llorar con desesperanza. Parecía un niño abandonado, que le suplica a una distante presencia omnipotente, volver con sus padres. Yo lo reconforté a mi manera, no era muy bueno manejando emociones ajenas ¿Qué habría hecho Vanesa en este momento? No puedo evitar sonreír con solo imaginar que, seguramente, le hubiera contado uno de sus graciosos chistes o hubiera preparado una deliciosa comida para él. Eso último me puso un poco celoso.Dejé a Maximilian en un hotel. Aquella fue la última vez que lo vi. Espero que su viaje sea grato y pueda vivir el resto de sus días, al lado de su esposa, en un lugar pacífico y no tenga que volver a embarcarse en un viaje peligroso, a
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¡SERÁS PADRE!
Transcurrieron exactamente tres meses desde que Mr. Stevens llegó a vivir con nosotros y en todo ese tiempo, no vi aquella señal que nos avisa a las mujeres que aún no seremos madres; eso solo significaba una cosa…¡Iba a tener un hijo!Estaba feliz y asustada al mismo tiempo.Esa mañana esperé que mis padres y Mr. Stevens se fueran a trabajar, acompañé a Dalia a la escuela y pasé por la farmacia para comprar una prueba de embarazo. Ya en casa, me encerré en el baño y esperé con impaciencia el resultado.¡Mis sospechas eran ciertas!¡Sería mamá!¡Mr. Stevens se pondrá feliz cuando se entere que Ame estaba en camino!Ahora entiendo por qué eligió ese nombre, él ya sabía que esto sucedería. Apostaría mi alma a que solo aguardaba el día en que le diera la noticia.Caminé a la cocina bailando al son de una sabrosa cumbia, de esas que no te dejan tranquila si no aplicas los pasos que te indican en cada estrofa.La alegría no cabía en mi corazón.No tenía manera de expresar tanta felicidad,
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TRAIDOR
- Debiste pensarlo mejor antes de acostarte con una mujer que no era tu novia –dijo mi hermano con una imperceptible sonrisa en sus labios–. Que irónica es la vida ¿Verdad?- ¡Este bastardo no es mi hijo! –Rompí furioso las hojas–. ¡Esa zorra se embarazó a propósito! –Caí de rodillas al suelo. Vanesa solo me observaba entristecida.#- Si yo te dijera que estoy embarazada ¿También sería una zorra y mi hijo se convertiría en un bastardo? –Pregunté dolida. Nunca me imaginé escuchar semejantes palabras de su boca; él iba a tener un hijo con Marilyn y no podía aceptarlo ¿Qué diría ese niño cuando crezca y se entere que su padre no lo amaba?- ¡No! –Exclamó aferrando su rostro a mi cintura–. ¡Jamás diría eso de ti! No hay punto de comparación entre esa mujer y tú ¡Eres distinta a ella! ¡Yo amaría a nuestro hijo!- ¿Por qué dices que soy distinta? –Inquirí enfadada. No soportaba verlo humillar de esa manera a Marilyn, ella era fémina igual que yo y como tal, debía defenderla. Además, todo e
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¿QUÉ PASÓ CON NUESTRO AMOR?
No debí precipitarme con mis decisiones, debí calmarme y escucharlo…¡¿Qué importa si va a tener un hijo con otra?!, Estoy segura que hubiera preferido quedarse conmigo, estoy segura que hubiera amado a nuestro niño….¡Tonta!¡Estúpida!Lo dejaste marchar con facilidad y ahora esa mujer es feliz a su lado.Pero… Pero si él decía amarme tanto…¿Por qué no volvió a buscarme?Mis padres al enterarse que serían abuelos, me odiaron y querían matar a Mr. Stevens; más, Henderson intervino y logró que me perdonaran.Decidió por voluntad propia, hacerse cargo del niño; me hizo prometer que cuando crezca, le diría que él era su padre. Yo acepté temerosa; no sabía qué hacer ni a quién acudir, mi Príncipe me había abandonado y me sentía sola, completamente sola.Henderson fue bueno conmigo, me acogió en su casa –la que compró especialmente para mi niño y para mí–, después que mis padres concluyeran que ya no podía seguir viviendo con ellos, porque había faltado a su confianza.Los entiendo, no po
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LO SIENTO
Pero yo… Yo no dejaré que se salga con la suya, no le permitiré ser feliz al lado de otro hombre. Cargarás conmigo hasta el día de tu muerte… Vanesa…¡Acabaré contigo como se exterminan las cucarachas y las ratas de las letrinas!#- No estoy segura –Henderson llevaba días insistiendo con lo mismo–. ¿Si no funciona? –Desvié el rostro intentando evitar su penetrante mirada grisácea. Me sentía incómoda cerca de él. No era mi Príncipe amado.- Todo estará bien –sonrió–. Sólo déjate llevar.- ¿Cómo estoy segura que esto servirá para olvidarme de Mr. Stevens? –Él decía que, si ambos hacíamos el amor, olvidaría por completo aquella persona que tanto amé, y me haría a la idea que el hijo era suyo y no de mí Príncipe–. No quiero mentirte, yo aún lo amo –sus brazos vacilaron un momento en abrazarme–. Será mejor que me valla. No te mereces una mujer como yo –giré sobre mis talones, con la única finalidad de irme. Quería desaparecer, volar lejos de todo y de todos. Internarme en la inmensidad de
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¡SÁLVAME!
Desde aquel día, iba religiosamente todas las tardes a casa de mi hermano, y la observaba desde lejos, mientras mordía mis labios desagarrándolos con furia.A través de esa ventana, aquella vulgar ventana que me mostraba una deformada imagen del amor, podía verla. Sonreía, danzaba, hablaba y besaba al infeliz de Henderson como si fuera el único hombre sobre la tierra. Él la tenía en sus manos, la había deslumbrado con toda esa caballerosidad fingida. Lo único que este sujeto buscaba, era hacerme enojar y lo consiguió. Dudo que él pueda amarla tanto como yo. Siempre prefirió a las muchachas vírgenes, eso lo sabía muy bien, al igual que todos en la empresa. Era estúpido que ahora fingiera amarla, sabiendo que su cuerpo ya no era puro, ella fue mía primero.Después de contemplarla, lloraba agriamente y refundiéndome en los rincones más oscuros y repugnantes de aquel bar, bebía hasta quedar dormido para no sentir más el agudo dolor de la traición. Solo quería morir. Dejar de respirar y ol
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HERMANOS
Quiero recuperarla. Quiero volver a ser el dueño de su amor incondicional, de sus sueños y fantasías. Quiero que cure mis heridas con las blandas yemas de sus dedos. Quiero que añore ser mi esposa, que sus ojos brillen ilusionados cada vez que hable de nosotros. No puedo permitir que se convirtiera en la esposa de Henderson. No importa si se acostó con él, yo me encargaría de borrar las mugrientas marcas de su cuerpo.- Mr. Stevens –besó mis labios con ese exquisito encanto que solo ella podía bridar.Ese contacto fue devastador. Mis piernas flaquearon y caí de rodillas al suelo, sumergiendo mi rostro en las perfumadas telas de su blanca falda. No podía creer que fuera ella la misma mujer que vi en brazos de mi hermano, tal vez mis ojos me jugaron una mala pasada.Después de unos papeles, firmas y trámites, Henderson me llevó a su casa. El extenso camino transcurrió en afonía.Yo estaba recostado sobre el cándido pecho de Vanesa, escuchando los delicados latidos de su amante corazón,
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¡NO PUEDE SER!
- Discúlpame –dejando la bandeja sobre la mesa–. Es solo que…–Tendiéndose encima de mí–. No me gustó ver que te preocuparas tanto por Stevens, él solo te hizo daño y aun así tú… Tú los sigues amando –vi cristalizarse sus pupilas hasta romperse en miles de fragmentos acuosos–. Dime ¿Qué debo hacer para que me quieras? Si te lastimo como lo hizo él, si soy como es él… Entonces ¿Me amarás?- Henderson…–Susurré sin saber que más decir–. Perdóname –cubrí mi rostro son las sábanas–. Me gusta cómo eres. Te odiaría si te conviertes en lo mismo que Mr. Stevens. Te quiero así, tierno y dulce, amable y compresivo…- Vanesa –descubrió mi faz–. Dime todo eso mirándome a los ojos y no me atreveré a dudar de ti nunca.Mi valiente caballero, ¿Por qué tuviste que enamorarte de una mujer necia?No te merezco, lo sé; pero, no quiero alejarme de tu lado. Me acostumbré a tus atenciones, tus cariños, tus besos, esas palabras afectuosas que dices cuando hacemos el amor; porque contigo, solo contigo, aprendí
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¡REGRESA PRONTO! ¡HENDERSON!
Después de aquello, intentó escapar de mi lado, pero no la dejé hacerlo. Corrí tras ella y la aprisioné entre mis brazos. Aquella noche firmé mi sentencia con nuestros besos, sin saber que la ruina estaba cerca, acechando la fortaleza que había construido. Tal vez, hubiera sido mejor dejarla ir en ese momento. Ojalá pudiera devolver el tiempo para reparar mis errores, y no pecar de inocente, pero ya es muy tarde para eso.Desde este momento, juro que vengaré cada herida que abrió en mi alma. Haré que cumpla con la promesa que alguna vez me hizo:“Estaremos juntos siempre, incluso si hay vida después de esta…”Seremos encadenados el uno al otro. Nuestra esencia viajará junta por toda la eternidad. Te amo… Vanesa.Empecé a acecharla como un hambriento lobo a una mansa oveja. Día tras día, aguardaba desde la distancia, solo para verla desenvolverse en su rutina.Sufría con cada beso suyo, lloraba cuando se tomaban de las manos y golpeaba las paredes cuando llegaba la noche, sabiendo que
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NUESTRO OSCURO TIEMPO JUNTOS
¿Por qué?¿Por qué mi Príncipe me hizo esto?Yo lo amaba…Yo deseaba ser feliz a su lado y si me lo hubiera pedido, habría huido con él a donde quisiera; sin embargo, aunque me hiera, no puedo odiarlo¡No puedo!Lo amo y me siento culpable por todo lo que ha sucedido en su vida. Sé que, por mí, él dejó todo lo que le gustaba y amoldó sus costumbres a las mías. Cambió su estilo de vida y se dedicó a hacerme feliz, a cuidar de mi familia y a brindarnos estabilidad.No fui lo suficiente fuerte para cobijarlo, no fui lo suficiente buena para un hombre como Mr. Stevens.Merezco todo lo que me pasa. Merezco todos y cada uno de sus golpes. Merezco su odio, su desprecio, incluso ahora no puedo entender como es capaz de tocar a una mujer tan sucia como yo. Ya no era solo suya, también me acosté con su hermano.Es necesario que sufra para que mitigue su dolor, su amargura, su tristeza; estaba desesperado y solo quería sentir que vivía, que su vida no se había desperdiciado en algo innecesario.
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