Narrador.—Mi padre debía mucho, y cuando las personas que venden eso en los callejones exigieron su pago él mató a uno, entonces la pandilla completa fue a mi casa y acabaron con todo, en realidad ellos no querían dañar a mi mamá, pero ella se interpuso en el mismo momento que uno le tiró con una navaja a mi padre, aunque no sé por qué lo protegía si no hacía más que dañarnos igual dió su vida por él —, ella se agarró la cara con ambas manos aguantando sus codos entre las piernas— se dice que una madre lo da todo por sus hijos, pero ella vivía más pendiente a mi padre que a nosotros y aún no puedo comprenderla. Mira a Ignacia, ella es un ejemplo, lo da todo por sus hijos, aunque eso signifique sufrir, ser mala o perversa, no hay una cosa que haga que no sea poniéndolos a ellos en primer lugar, yo, aunque no soy madre, hago lo mismo con mi hermano Enso; él es mi prioridad.—Perdónala, simplemente quédate con lo bueno es tu vieja, yo a la mía la quiero un chingo, aunque ella a mí no.
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