AlessioEstábamos en medio de la nada cuando saqué los anillos y se los coloqué en los dedos, ella los miró esta vez con plena felicidad, fue como miles de fuegos artificiales estallando en lo alto del todo y tuve que explicarle la situación.—Según la antigua tradición huna de la polinesia, la boda debía celebrarse la undécima noche del mes, para comer, cantar, bailar y celebrar hasta la madrugada y llegaba a su fin cuando amanecía, con la salida del sol —le dije y me vio como si me hubiesen salidos tres cabezas—. No te estoy dando la boda más tradicional, pero sí te estoy dando mi compromiso de amor, de matrimonio.—Lo sé, y es espectacular… No imaginé que fueses tan detallista, tan romántico…Sonreí con una sonrisa mezquina.—El agradecimiento debe ser para Hani que fue el creador de prácticamente todo, si él no hubiese podido hacer esto —admití y la vi con algo de dolor—. Pero lastimosamente, luego de que cene
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