139. El rehén
CarolFue hasta varias horas después que abrí los ojos, Nick, Klaus y yo nos encontrábamos amarrados a una silla, pero no era una soga común y corriente.—Buenas noches, bellos durmientes ¿Disfrutando la estancia?Con dificultad me adaptaba a la luz de la bodega.—Estoy seguro que vendrán por nosotros —interviene Klaus visiblemente molesto —la MOH vendrá por nosotros.—Yo no estaría tan seguro, además del ustedes dos ¿Quién más sabe que están aquí?Vi como Nick y Klaus intercambiaban miradas, asumo que no se lo dijeron a toda la organización porque querían resolver este problema a su manera, pues les ha fallado.Y sí que lo han jodido.—Además, olvidé mencionar, traje un pequeño invitado conmigo, seguro que quieren conocerlo.—Conocer a tus amigos nos importa un carajo, Novikov —espeto.—Oh, pero yo creo que este les agradará.—¡Bruno! Trae al chico —pide.De entre las sombras el tal Bruno sale y ante lo que vemos nos quedamos helados.El pequeño Santi viene amarrado de las manos y co
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