PARTE OCHO: ENTRADA AL VALLE DEL DOLOR CAPÍTULO CINCO El tiempo que se iba y que no regresaba, las estaciones que ya no verían incluso si él decía que sí, las fuerzas que se iban, las batallas que se estaban comenzando a perder, todo eso todo aquello que podemos describir como una vida, la crueldad de una vida. Si tan solo él pudiera pedir un deseo, si tan solo pudiera tener ahí a su hermana y mandarla como un ángel mensajero para que le dijera a Dios algo, sería muy sencillo su deseo sería solo uno, que su hija viviera viviera eternamente y que no sufriera más todo lo que había sufrido en esos 7 años. Finalmente Diego había llegado a la casa, esta vez no había ni rastro de felicidad, todo parecía lúgubre, todo lleno de dolor y de tristeza, simplemente él no reconocía más su casa. No pude evitar mirar alrededor, fue en ese momento en que se dio cuenta de cuánta falta hacía su pequeño angelito, su hija, la hija que aunque no era completamente suya, ya lo sentí ser porque más que s
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