***Este hombre me ha sorprendido en su totalidad, quiero admirar sus expectórales, pero…—Eres exquisita, hmm… —escucho como jadea, disfruta al igual que yo.Se inclina sobre mí, me agarra de los tobillos, me separa rápidamente las piernas, acto seguido, viene sobre mi cuerpo.Sus labios se unen con los míos, ascendiendo. ¡Me arde la piel! Estoy sofocada y acalorada. ¡Ah!Por mucho tiempo siento calor, luego frío. Se inclina apoyando las manos a ambos lados de mi cabeza, de modo que queda suspendido por encima de mí.—Te prometo que no lo olvidarás pequeña, seré delicado —dice en tono suave y yo niego con la cabeza.Coloca la punta de su pene duro, erecto y húmedo cerca de mi vagina, lo coge con su mano y comienza a frotarlo por toda mi área vaginal, abriendo con su glande mis labios y así mismo chocándolo con un roce atormentador en mi clítoris, provocándome terremotos lujuriosos en todo mi ser, haciéndome estremecer cada que roce en mi punto G, desde su glande hasta el rico grueso
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