Farit no pudo aguantar su felicidad al escuchar sus palabras y transmitirla en una grande y reluciente sonrisa, ¿había escuchado bien? Es que no daba merito alguna de lo que le estaba pasando en ese momento, se sentia como en un sueño. Luna correspondía sus sentimientos después de tanto tiempo mendigando por el, ella por fin había aceptado sus sentimientos, era como un logro ¿Podía ser más feliz en ese momento? Su corazón no aguantaba más dicha, quería besarla de nuevo, pero antes de eso se detuvo, ya que la duda lo invadió, no tenia por que pero así era y se sintio tan mal por eso... —Dime que no es mentira, que no estás jugando conmigo, Luna, porque te juro que no podré soportarlo. —dijo Farit aún con la duda del miedo creciendo en su interior. No era duda, más bien era miedo, un miedo que tenía muchos fundamentos. El rostro serio de su esposa le hacía creer mil cosas, pero liberÓ un gran suspiro cuando la vio asentir y sonreír a la vez. Estaba convencida de sus palabras, y fue com
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