Capítulo 26AlejandroLuego de haber salido de aquel café, hubo algo que no me dejó tranquilo para nada y como método de seguridad decidí enviar a uno de mis hombres a vigilar a Marina. Sobre todo lo hacía por si ella decidía volver a escapar, no quería que pasaran otros siete años para encontrarla. Ahora volviendo al tema que me preocupaba y me parecía extraño, era el hecho de que Marina haya rechazado el estar con su propio hijo. Tal vez como yo le había preguntado, ella ya tenía otra familia y a un hombre a su lado; uno que no la ha lastimado como lo hice yo. Sin embargo, estaba también el hecho de que la madre de Marina no dejaba de reclamar porque yo me llevaba a su nieto, cosa que no entiendo bien debido a que era la primera vez que veía a Dilan. Comiéndome la cabeza con un millón de preguntas y suposiciones respecto a lo que estaba pasando, subo las escaleras que llevan a la habitación de mi hijo. El cual no ha querido comer nada desde que llegamos y eso me preocupa. – Hola,
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