Capítulo 18Marina Siento mi cuerpo más adolorido que nunca y es como si me hubiesen molido a palos. Nunca me imaginé que dar a luz dolería tanto, si sabía que era un sufrimiento para toda mujer; sin embargo, nada se compara con vivir la experiencia. Es por eso que aún no entiendo como es que yo voy a tener a tres pequeños de esta manera sin morir en el intento.Llevo al menos unos treinta minutos tratando de que nazca el primero y ya he maldecido más veces de las que me he podido imaginar en mi vida.— No puedo, ya no puedo más – digo completamente agotada y con lágrimas en los ojos.— De eso nada Marina, si puedes. Solamente puja un poco más, ya estoy viendo la cabeza del primero; así que cuando yo te diga vuelve a pujar ¿Lista? Uno, dos, tres ¡Puja!Lleno de nuevo mis pulmones de aire y sacando fuerzas de donde no las tengo, vuelvo a pujar tal cual me dijo el médico. Así que cuando siento de pronto como mi primer bebé sale de mí, mis fuerzas vuelven a ser nulas. Solamente siento s
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