Kentin abrió la puerta y nos dio la bienvenida. La casa estaba decorada con un estilo minimalista en tres colores: Blanco, para las paredes, marrón oscuro, para los muebles y verde, para las plantas y demás decorados. La decoración era moderna y de muy buen gusto, lejos de las típicas casas de playa con las paredes llenas de motivos marineros como peces, barcos o algo relacionado con la navegación esta era sobria pero elegante. Nomás entrar, a la derecha había una escalera que iba a un subsuelo y a los pisos superiores, hecha de madera y cristal; a la izquierda, se podía apreciar el salón con un plasma, un sofá de palets, una mesita de café con un hermoso florero y unas flores frescas, algunos cuadros decorando que rompían la monotonía del blanco y una puerta corrediza de vidrio que dejaba apreciar la piscina y la barbacoa; del lado derecho estaba la cocina y el comedor, ambos separados por una barra desayunadora con tres taburetes, las mesadas estaban bien pulidas y de color negro co
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