41. Aquí está la mitad de tu oro.
Un día nuevo de trabajo, aquella tarde le tocaba volver al casino y atender de nuevo a los clientes más importantes, sirviéndoles alguna copa, dándoles conversación o, simplemente, con su compañía, no era un trabajo que le gustará demasiado, algunos confundían sus atenciones con algo más y otros hasta le ofrecían dinero porque su compañía se volviera mucho más estrecha de un modo en el que no estaba dispuesta.A Maryam lo único que le apetecía era rechazarlos con malas palabras, algunos incluso se merecían ser golpeados, pero ella les ofrecía su mejor sonrisa y los rechazaba cortésmente, normalmente no insistían demasiado, solo una vez tuvo que intervenir uno de los guardias de la casa de apuestas porque un cliente se puso agresivo e insistente con ella.Pero le pasó factura, porque cuando él rey se enteró de que ese cliente se había atrevido a tocar a Maryam sin su consentimiento, apareció apaleado y con la entrada negada de por vida en la casa de apuestas, era una ley no escrita en
Leer más