Abro los ojos poco a poco porque los párpados me pesan, la luz del bombillo me irrita, suspiró y bostezo, que mierda me duele todo el cuerpo y cuando digo todo no exageró, la cabeza está apunto de reventar, las tetas, los pezones, me arden, mi zona íntima también me arde, y no hablar que el culo también me duele, me siento y pego la espalda al copete de la cama y lo que veo me deja boquiabierta, todo está destruído, las sábanas tiradas al piso mi vestido está desgarrado.Veo a Alos sentado en una esquina de la habitación, me mira y sonríe se pone de pie y camina hacia mí, está sin camisa, lleva puesto unos pantalones negros y el cabello lo tiene humedecido al parecer se acababa de bañar.—¿Qué haces aquí Alos?Se sienta a mi lado y noto unos cuantos moretones en su cuello, y pecho, parecen chupones.—No te acuerdas de nada, esa resaca si que te borro la memoria.Arrugó las cejas.—Bien te voy a refrescar la memoria, anoche te traje a la habitación te acosté y cuando me iba me dijiste
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