Clara, se había acostado junto a su hija; la arrullaba y abrazaba aún con lágrimas en los ojos, y a su vez agradeciendo a Dios en silencio por haberla protegido de la maldad de otros.—Mamá ya no llores, yo estoy bien —aseguro la joven, no obstante, Clara no prestaba atención, solo continuaba besando su frente. Cerca de ellas, en un rincón de la habitación, el médico escribía las indicaciones y felicitaba a Angelina por su fuerza.—Debes de tener mucho reposo, pequeña, yo estaré dando vueltas para ver tu evolución —el médico miró su reloj y se dispuso a guardar sus cosas, Lady Jazmines apareció para verificar la evolución de la niña y para pagar los honorarios del galeno.—¿Está fuera de peligro? —preguntó rápidamente la dama apenas salió del cuarto con el doctor.—Tuvo suerte, pudo haber sido peor. —El rostro de Lady Jazmines se turbó y pensó en su nieta, no pudo evitar experimentar dolor en su alma, Alyssa se estaba convirtiendo en un monstruo, lo peor de la situación era que su madr
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