Jasper Toro.El alcohol siempre consigue volver a esa mujer en una gata salvaje y peligrosa. Que acabásemos teniendo sexo esa noche no nubló mis pensamientos, que se dejase tocar aquella mañana en la mesa mientras desayunábamos lo fue. La aupé a ella y terminé metido entre sus piernas, besándola con desesperación, queriendo estar dentro de ella una vez más.- Jasper – gemía en bucle – te necesito – suplicó bajándome los pantalones con impaciencia. La agarré de la cintura y la atraje hasta mí, penetrándola en el acto – Oh, mi amor... - seguí penetrándola de esa forma que tanto le gustaba, hasta que ella me detuvo – espera, espera – la observé con atención, dejando mis manos a ambos lados de ella, acercándome a sus labios para besarla. Me agarró de ambos lados del rostro y sonrió - ¿sabes eso que me confesaste una vez?- No tengo ni idea de qué hablas – bromeé, rompiendo a reír al ver su cara molesta.- Creo que me pasa lo mismo.- ¿y qué es? – quise saber, mientras sus dedos recorrían
Leer más