28. TENEMOS QUE IRNOS.
Julián observo al hombre con detenimiento, su experiencia con la vida le había enseñado a no dejarse llevar por las primeras impresiones, pero ciertamente ese hombre era peculiar. Desde la pipa en la que fumaba tabaco hasta el divertido gorro que llevaba puesto.—¿Qué es lo que sabe? ¿Por qué el padre de Victoria quiere re abrir el caso?—Ese hombre es... Diferente, su único objetivo es destruirlo y si no lo detiene ahora, lo va a lograr.—¿A qué se refiere?—Hace poco menos de un año, justo cuando a su vida regreso su antigua asistente, Kikky, él hombre me contacto, me pidió que buscará todo lo que pudiera en su contra, negocios ilegales, muertos bajo la alfombra, algo que lo incriminara en el lugar y hora incorrecto, pero...—No encontró nada.—En efecto, no encontré nada, así que el me propuso investigar de nuevo el accidente de su hija y lo que encontré no le agrado para nada.—¿Qué fue...—Su hija no murió por el accidente, ella... Estaba enferma, muy enferma y regreso al país par
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