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34 chapters
Capítulo 30
Tenía mucho trabajo y no es por quejarme pero me encantaba estar colapsada, la empresa estaba a pico, era algo bueno, estaba feliz, había pasado semanas de mi llegada de Boston. Estábamos los directivos organizando el programa del próximo mes, escuchamos el ruido fuera de la oficina y eso me alarmó, no era normal escuchar voces con ¡déjenme pasar! y esas palabras.Antes de tener la intensión de salir y averiguar por el escandalo ya el responsable estaba dentro.—¿Qué haces aquí?, estoy en medio de una reunión. —eso a él no le importaba, no se reía pero el brillo del humor estaba en sus ojos.—Tengo algo que contarte. —llegó al extremo donde me encontraba y me jaló, lo detuve, no podía salirme de esta reunión solo para atenderlo, era de mala educación. —¡Dime...! —¡Estoy embarazado..! y tu eres la madre. —lo mire alzando una ceja. Escuché risa de parte del equipo— si quieres me hago una prueba...—¡¿Estas loco Cristopher..?¡ —sentía pena por lo que decía, el le daba gracia al igu
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Epílogo
E P Í L O G O Había pasado cinco meses, cinco en que decidí salir por esa puerta de mi oficina y firmar con el notario mi acta de matrimonio, fue una locura total. Nos quedamos en Nueva York, solo estábamos a kilómetros de nuestra antigua vida y nada ni nadie se opondría a nuestra felicidad, no fue fácil y más al recordar lo que vivimos y sobre todo cuando una semana atrás un positivo nos reconfortó, siendo sincera, lo esperábamos, no nos cuidabamos y queríamos a un pequeño en nuestras vidas y sabíamos que nunca ocuparía el lugar de la pérdida, eso nunca. Sería un nuevo hijo que sería nuestra felicidad, nuestro complemento, nuestra razón de seguir adelante. -Por favor pórtate bien... -dijo como punto final, me levanté del taburete de la cocina y lo seguí. A veces quería matar al hombre que vivía conmigo.-No soy una niña Cristopher. -el detuvo su paso y dio media vuelta quedando frente a mi. -Lo sé cariño. Pero el primer trimestre del embarazo es el más importante. —obvio que sabí
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Extra 1
La niña veía ascender los números del elevador, sabía que en cualquier momento las puertas se abrirían. Esperó y estás se abrieron. Entró con seguridad, sabía lo que hacía, ya su abuelo le había enseñado a subir ascensores, así como le enseñó a leer y como le enseñó muchas cosas más. Era muy inteligente, todos se lo decían y ella también.El elevador la dejó en el pasillo deseado, primero sacó su pequeña cabeza y al no ver moros en la costa salió completamente de allí, siguió las instrucciones y tocó la puerta. Departamento 42. Era un edificio muy grande, había conocidos muchos y ese era tan de adultos, la niña veía la modernidad del lugar y solo lo podía relacionar con personas mayores. Su mamá tenía razón, su papá estaba en una buena posición, quizás él la lleve a comer helados y al parque. La puerta se abrió y una mujer que usaba un camisón la recibía con una sonrisa de oreja a oreja, la niña se preguntaba cómo podría permanecer esa sonrisa, era incómoda en algún momento. —Pequeñ
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Extra 2
—Amigo… Lo veo y no lo creo. —James se recostó en el mueble. Estaba tan relajado y gracioso, todo le causaba gracia mientras que a su amigo, todo le asustaba.¿Cómo había llegado hasta allí? —Él que no lo cree soy yo. Que Ana no me haya dicho que soy padre me hierve la sangre. Sabes… Es que no lo creo. —seguía negando con la cabeza. Se sentía mareado. —Yo tampoco… —su amigo James negaba riéndose— Es muy bonita, no salió a ti. El volteó y imaginó a la pequeña una vez más, había perdido la cuenta las tantas veces que veía a la chiquilla. Se parecía a su madre, pero también tenía cosas de su hermana.—Eso es lo que menos me importa. Estoy que tomo un carro y me voy a Boston. —Tenia una hija, que locura. Beck… Quería llamar otra vez a su amiga, ella sabía o no sabía… y no le dijo nada. ¿Cómo ellos le ocultaron algo tan importante? Erik, ese viejo, ahora que recordaba, ese hombre debió querer matarlo, jamás se hubiera imaginado que estaba con su hija. Es una locura. Caminó hasta la ha
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