Eván:Suena mi celular y lo contesto:—¿Diga?—Señor, le habla el nefrólogo del San Pietro. Su esposa acaba de despertar de la cirugía y desea hablar con usted.El alivio recorre todo mi ser.Sé que debería estar al lado de Bárbara justo ahora, pero está crisis requiere mi atención, después de todo continúo siendo el Don.—Cariño, ¿estás ahí?- interroga ella con la voz quebrada por el llanto.—Sí, amor, aquí estoy. Perdona que no esté contigo justo ahora pero…—Amor escucha atentamente. Había una bomba dentro del osos de peluche. ¿Me escuchas?—Sí.—Entré a la habitación de Víktor porque pasaba por el pasillo y lo oí protestar que aquella cosa era horrenda. Que él hubiera preferido una pistola de juguete a aquel juguete de niñita. Cuando entré, me acerqué a él, y escuché el tictac de la cuenta regresiva. Me tomó un minuto darme cuenta de que provenía del muñeco, y cuando intenté lanzarlo por la ventana…—Explotó. Lo sé, amorcito. Tranquilízate, ¿Sí? En unas horas iré a verte ahora ten
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