Elizabeth, Fari y Rianne planean el secuestro de Aarón Abernathy. —Señor… —La secretaria de Aarón se entromete en medio de la caminata que él y su amigo hacen a través del pasillo que da hacia los ascensores. Aarón se detiene de inmediato y ella suspira, con la intención de hablar y contar todo lo que, desde esta mañana se había enterado. Iba a arruinarlo todo, pero no le interesaba. Ya estaba cansada de siempre estar presente en la vida de su jefe, de esperar pacientemente a que él finalmente la notara y que estuvieran juntos. Al parecer eso jamás iba a suceder, pero entonces, iba a arruinarle el sueño a la mujer que pensara que podía amarrar a Aarón; ella lo conocía a la perfección y, en cuanto supiera que iba directo hacia una emboscada, iba a retirarse. Podrá verse muy enamorado, pero eso no quita que él ame su libertad. —Ahora no, Fari. Tu jefe tiene cosas importantes hoy. La atención especializada que te da, aunque no te la mereces, terminó por hoy. Puedes trabajar turno dobl
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