Aquella mañana Dmitry se fue a trabajar, pero interiormente estaba sumamente intranquilo debido a la forma tan extraña de Sarah. ¿Adonde había ido? Había ordenado a sus hombres buscarla, por supuesto sin que ella se diera cuenta de su presencia, no quería asustarla, ya que después de la conversación que habían tenido la noche anterior, parecía que uno de sus peores miedos se estaba haciendo realidad, ella estaba huyendo de él por el pecado que había cometido. Durante la mañana, Dmitry había asistido a dos reuniones importantes que iban a definir la situación económica de su empresa, pero su mente estaba en otro sitio, a donde quiera que estuviera Sarah, pero ella, en cambio, no quería saber nada acerca de Dmitry. Su amor y su devoción por él, estaban en lucha contra su moral y sus principios, no podía con ello, así que lo único que pensó para dejar de sufrir sintiéndose cómplice de la muerte de Nadia y la golpiza contra Jenica, fue irse de casa. Claramente, no sabia que haría, ni s
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