Lo vuelvo a mirar con lágrimas en los ojos y no puedo sostener su mirada, por el hecho de que es muy potente. Ahora, si tengo un poco de miedo a que me lea y se entere todo de mí, apartó la mirada hacia la esquina.—Por favor se puede alejar un poco de Mí —lo empujó con mis manos, no se mueve, es como una roca firme en su cimiento.—¿por qué hace esto? Me quiero ir—No vas a salir —replica, sacudiéndose la nariz.—Le grito —Idiota, no soy de tu pertenencia y aún, así no hace caso a mis palabras.—vas a aprender hablarme con respeto y tratemos el asunto de la mejor manera —me exige que lo trate bien.—Eres un maldito asqueroso —le doy una bofetada por todo el enojo que me está causando.Lo miro, él parece estar muy enojado, con su mano derecha me agarra del cuello y con la otra me acaricia la mejilla con su pulgar hasta rozar mis labios. Cuando nuestros ojos se encuentran mi mirada irradia temor y un leve temblor amenaza con aparecer en mi cuerpo, después de unos segundos me suelta y l
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