—¡Buenos días!, Linda, ¡despierta ya! —Dice mi madre mientras se acerca y me da un beso. —¡Hola mamá!, ¿qué haces?, ¿por qué me despiertas tan temprano?, son las 6:00 AM y es domingo, déjame dormir... —¡No!, Linda, ¡despierta!. Desayuna, vístete y baja por favor, tu padre te espera... —¡Por Dios!, ¿en esta casa acaso nadie descansa? Veo que mamá se va, y aprovecho para dormir 5 minutos más. Me levanto, me baño, me arreglo, me veo al espejo y ¡awww! sorpresa, me encanta lo que veo. Me digo a mi misma. —¡Lúcete chica!, así sea domingo, en la casa y con tu papá voy hacia el despacho y veo a papá muy serio —¡Hola papá!, ¡buenos días!, ¿te pasa algo?, te noto preocupado Él me mira, sonríe, y me dice: —Siéntate hija, tenemos que hablar No puedo negar que me asustan sus palabras, papá jamás me había hablado con tanta seriedad, ni siquiera cuando hay problemas en la empresa. Me siento junto a él, algo nerviosa y le pregunto directamente: —¡Papá!, ¿pasa algo?, por
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