Capítulo 34. ESTO SERÁ RÁPIDO
La primera noche sin dormir al lado de Rámses fue bastante difícil. Fiel a la presencia de invitados en la casa, es decir mis abuelos, dormimos en habitaciones separadas. Pensé que Rámses gatearía hasta el cuarto, como hizo durante el viaje, pero no fue así. Lo esperé incluso dormida, despertándome con el más mínimo ruido pensando que era él, pero no llegó nunca a hacerme compañía.Estuvimos hablando hasta tarde en la noche, revelándonos secretos, creí que se quedaría, pero él se levantó de la cama y despidiéndose salió del cuarto. Ni siquiera un beso nos dimos. Eso me reabrió la herida de mi corazón. Creo que pasará mucho tiempo hasta que Rámses pueda realmente perdonarme y olvidar lo ocurrido entre su hermano y yo.Temprano esa mañana, en su primer día de estadía, mis abuelos acudieron a hablar con mi mamá y cuando regresaron lo hicieron cargados con las bolsas de la comida que querían preparar, no dejaron espacio ni tiempo para contarme que fue lo que hablaron, solo afirmaron que t
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