20. MARCAS DE LA NIÑEZ
Christian Hijo, me has dejado sin palabras con tus dos últimos correos, ahora comprendo a la perfección tu dilema con esa mujer y por qué tu penuria es tan grande con ella, pero todavía hay más por contar y esa parte tiene que ver contigo, hasta entonces, prefiero guardarme mis palabras referentes al asunto. Atte. P. Enrique Toledo. Nuevamente fue la única respuesta que recibí, estuve tentado en llamar al padre Claude para exigirle una respuesta, pero sabía que sería inútil, él es de los que prefiere tener todo el panorama antes de atacar, a veces pienso que en otra vida fue un general de guerra al salir con estrategias tan impresionantes. Sin más opciones esperé hasta la noche y en la soledad de mi habitación preparé el portátil dejándome inundar de los recuerdos para el siguiente mensaje. Carta IV Después de ese momento tan sublime no volví a verla, ni siquiera al día siguiente cuando partí de Andalucía llegó para despedirse de mí, anhelaba verla otra vez, anhelaba abrazarla a
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