Capítulo Doscientos Treinta y UnoEmily, Alex, Adele y los niños Elian, Nate y Ada se subieron al nuevo auto rojo que Aiden había mandado a traer desde la automotora.Emily se puso el cinturón de seguridad haciendo un click y acarició con la punta de sus dedos el manubrio completamente nuevo y engomado. Una tonta sonrisa se extendió por sus labios, al darse cuenta que extrañaba esto. Ella extrañaba las sorpresas y los detalles de su marido. Extrañaba sentirse bien, a pesar de que estaba rodeada de una tormenta difícil de erradicar.—Mami arranca —le pidió Elian que estaba sentado a su lado, junto a su cinturón de seguridad. Su hijo le miraba con adoración.Ella estiro su brazo y acaricio la barbilla de Elian. Sentía que era una irresponsabilidad que el pequeño de tres años estuviera sentado a su lado sin su silla de seguridad, pero ella manejaría solo hasta el final del camino, en donde la plaza de juegos estaba y daba el inicio de la playa privada. No saldría del condominio, y a esas
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