Regresando un poco el tiempo, encontramos a Darío en el jardín disfrutando de la suave brisa mientras tejía un poco a la vez que en su mente repetía las lecciones del abecedario que le habia enseñado su hermana.Estaba disfrutando del momento cuando sintió una presencia cerca de su posición, donde al girarse se encontró con ese guardián de su hermano, quien con su sola presencia hacía que las mejillas del menor se sonrojaran.- Buenos días – le saludo – majestad, puede contarme ¿porque se sonrojo cuando nuestras miradas se conectaron? – le pregunto aprovechando que el menor estaba solo en esos momentos y nadie los interrumpiría, ya que el habia relevado al guardia que lo estaba cuidando.- Eh... am... bu... buenos días – saludo apenado el menor, aunque igual estaba sorprendido de ver que ese alfa se acercó a él por su cuenta; algo un poco peculiar ya que por ser omega, no cualquiera se acercaba a charla con él, solo podían hacerlo sus padres, sus hermanos y su guardia personal - am...
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