POV. AmandaNo vale de nada negar que lo quiero tanto, que es el amor de mi vida y que moriría en vida si él hiciera caso a mi estúpida petición de alejarse de nosotros.Regina duerme plácidamente en mis brazos luego de haber bebido hasta la última gota de las dos tetas y Julián, o Javier, como debo acostumbrarme a llamarlo desde ahora, la toma con cuidado y la coloca en la cama individual que está frente a la que estamos nosotros, le ponemos un par de almohadas a cada lado y viene conmigo.Está totalmente desnudo, la timidez no es algo que él conozca y se sabe exquisito en todos los aspectos, sabe de qué manera me afecta. Me sonríe de manera seductora y ya me tiene de rodillas con ese gesto tan simple ya la vez tan maravillosa. Sabe provocarme, esa complicidad en nosotros sigue intacta, somos aún una pareja de enamorados que se entregan por completo y no solo en lo que al sexo se refiere. Amo a ese hombre con cada uno de mis sentidos y por él, por estar con él y ser feliz a su lado,
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