Said corrió a la puerta, lanzó todos los hechizos que conocía para poder abrir la puerta, pero su maestro la había sellado con un hechizo poderoso. - No se atrevan a tocarle un pelo a Nicole!!!...les advierto!!!...me las pagarán !!!...gritaba atrás de la puerta. Los Sacerdotes egipcios miraron con curiosidad a las mujeres. - No puedo creer que estas dos mujeres, tengan el poder necesitamos para obtener la vida eterna...- decían con sarcasmo los demonios. El maestro solo los miró con indiferencia. - Hay muchas cosas que ustedes no comprenden...ellas traen la esencia que las hadas les entrego...pero lo más importante son sus vástagos...esos niños tienen la chispa de la vida...ahora...amarrenlas a las sillas, mientras preparo los hechizos correspondientes...- ordenó el hombre. Los sacerdotes obedecieron y amarraron a Nicole y Rebecca, ellas estaban en silencio, solo observaban lo que estaba apunto de acontecer. León Lee y los demás llegaron al refugio de Said., cuando lo vier

Said miró a las mujeres consternado, no solo por qué eran iguales si no que su apariencia se volvió más joven, era cómo estar mirando a la princesa Abigail, sus cabellos rubio y rizado brillaban con los rayos de la luna. - No...no...no puede ser?... ustedes no pueden ser la princesa!!..- gritó confundido. Las mujeres lo miraron con una mirada fría. - Somos la princesa Abigail y el gólem que creaste... nuestras almas no han descansado...venimos a buscar...venganza.. Los sacerdotes egipcios miraron confundidos sin saber que hacer y uno de ellos lanzó un hechizo a la mujeres, pero ellas estaban siendo protegidas con una energía especial, esa energía era de sus hijos recién nacidos. Por lo que él hechizo regreso a ellos y los eliminos a todos , dejando un montón de cenizas. Said las miró perplejo. - Que está pasando?...que es ese poder que sale de ustedes?... preguntó angustiado. - Es la energía que nos están dando nuestros hijos... ahora prepárate Said...es hora de morir...has viv