El ambiente se volvió frío e incómodo, Jonathan no era un mafioso fácil de persuadir, le había gustado Antonella más de lo que quería reconocer, no se podía limitar a qué se la quitarán de las manos sin hacer nadaNo estamos, yo la abordé primero.- dijo Jhon con los dientes apretados. - me gusta, ambos somos hombres de mafia, no me limitarás a solo verte mientras la conquistas, los dos deberíamos tener las mismas oportunidades, ¿o qué? ¿tienes miedo de que sea yo el que la conquiste y te quedes con las ganas de llevarla a tu cama?¡Creo que fui claro, Jonathan, no la quiero para llevarla a la cama, la quiero para que sea mi mujer, pero... si quieres ir contra mí, no te voy a quitar la intención, solo te advierto, en el momento en que la haga mía si te le acercas a intentar seducirla... voy a matarte, a lo que es mío nadie lo toca, estás avisado!Dicho ésto, Aberlado, dirigió sus pasos a dónde la italiana lo esperaba y se la llevó, el mafioso la afianzó con su brazo en la diminuta cint
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