El ambiente se volvió frío e incómodo, Jonathan no era un mafioso fácil de persuadir, le había gustado Antonella más de lo que quería reconocer, no se podía limitar a qué se la quitarán de las manos sin hacer nadaNo estamos, yo la abordé primero.- dijo Jhon con los dientes apretados. - me gusta, ambos somos hombres de mafia, no me limitarás a solo verte mientras la conquistas, los dos deberíamos tener las mismas oportunidades, ¿o qué? ¿tienes miedo de que sea yo el que la conquiste y te quedes con las ganas de llevarla a tu cama?¡Creo que fui claro, Jonathan, no la quiero para llevarla a la cama, la quiero para que sea mi mujer, pero... si quieres ir contra mí, no te voy a quitar la intención, solo te advierto, en el momento en que la haga mía si te le acercas a intentar seducirla... voy a matarte, a lo que es mío nadie lo toca, estás avisado!Dicho ésto, Aberlado, dirigió sus pasos a dónde la italiana lo esperaba y se la llevó, el mafioso la afianzó con su brazo en la diminuta cint
Los gemelos Coleto estaban más que desvelados cuidando de su jefe, cada quien estaba sumido en sus pensamientos , Alejandro en cómo le diría a su padrino que estaba enamorado de Dasha y Sebastián en como recuperar a Dariana, habían peleado pero la amaba, la amaba más que a nadaEn la habitación del lujoso hotel, Abelardo despertó como muchas veces había dejado a las mujeres con las que pasaba la noche, el mafioso estaba desnudo, follado y abandonado, la mafiosa italiana no estaba por ningún lugar, de había marchado muy tempranoAbelardo no podía creér que lo hubiera dejado así, decir que la acción de Antonella lo había puesto de mal humor, era poco, se sentía humillado, cómo una puta a la cual usan y desechanRápidamente se ducho y se vistió, la costosa ropa por supuesto que estaba arrugada, se había levantado con el pie izquierdo al parecerAlejandro y Santiago lo seguían esperando cerca del auto, estuvieron hablando y fumando cigarrillos mientras su jefe salía de su alocada nocheAb
En el ambiente se percibía incomodidad, todo estaba muy tenso, conocer la verdad de lo que pasó con sus padres y Lukani Gambino, solo vino a complicar las cosas, Abelardo estaba entre dos caminos a seguir, dejaba de complicarse y se olvidaba de Antonella o pasaba por encima del mundo entero para tenerla a su ladoAlejandro Coleto se había quedado de ver en una cafetería que quedaba cerca de la mansión, con Dasha, ella le había enviado un mensaje para citarlo, había dicho que quería decirle algo importanteEl apuesto mafioso llegó al discreto lugar, Dasha ya lo esperaba mientras bebía de su capuchino, ella veía la gente pasar por la ventana, estaba ansiosa y... un poco nerviosaHola princesa, Alejandro dió un suave beso a la joven Diamantis para después tomar asiento frente a ella, se le veía un poco fastidiado ese día¿Todo bien en el trabajo?. - preguntó Dasha al verlo asíSi, todo bien, es solo que Abelardo está un poco descontrolado hoy, anda de un humor de los mil diablosMmm... de
El malhumorado mafioso, no paraba de hacer reclamos a su mano derecha, Franco, todavía no asimilaba que los gemelos Coleto, hubieran seducido a sus princesas, pero confiaba en que Abelardo los pondría en su lugarEn la terraza del jardín, Abelardo se encontraba checando el perfil de instagram de Antonella, en todas las fotos de veía hermosa, su sonrisa era enigmática, no pudo evitar querer ser el único dueño de sus sonrisas, de sus caricias, pero también quería hacerle pagar por haberlo dejado dormido en la habitación del hotel.- Alejandro llegó, su semblante era diferente, Abelardo lo conocía perfecto, sabía que algo se traía entre manos¿Qué es lo que quieres decirme, Alejandro?. - Abelardo levantó su fría mirada hacía su amigoAlejandro se rascó la nuca, debía encontrar las palabras para poder explicarle a su jefe que había embarazado a una de sus hermanasVerás, la vez pasada que pasamos por un parque, vi que le revolviste el cabello a un bebé y....¿Y qué, Alejandro? ya no le de
Poco más de un mes intentando hablar con Antonella sin poder conseguirlo y de la nada ella estaba en el despacho hablando con sus padres, pero... ¿por qué lloraba?¿Qué está pasando aquí? !hablen carajo!. - el joven mafioso estaba perdiendo la paciencia al ver qué no le respondíanSeñores Diamantis, pueden dejarme un momento a solas con Aberlado, por favor. - pidió la angustiada italianaPor supuesto, cariño, tomense su tiempo. - Abigail respondió y arrastró con ella a SashaYa a solas, la mafiosa se apretaba los dedos un poco nerviosa.- Antonella, habla ya, no voy a comerte, sea lo que sea voy a ayudarte, pero si no hablas cómo...¡Estoy embarazada!Antonella lo interrumpió y le soltó la noticia de su embarazo como si se tratara de una bomba.- ¿Qué? no comprendo, ¿embarazada de quién?Pues de ti, ¿de quien más va a ser? ¡¿ya se te olvidó lo que pasó la noche en qué te nombraron cabeza de familia de la mafia griega?!¡No, por supuesto que no e olvidado esa noche! ¿estás embarazada...
Antonella estaba demasiado cansada, se quedó profundamente dormida entre lo brazos de Abelardo, el mafioso no respetaba su espacio personal, ¿cómo debía actuar ella ante esa situación tan inusual?Por la mañana, cuándo la italiana despertó, Abelardo ya no estaba en la habitación, él acostumbraba a levantarse temprano, así podía organizar mejor su díaEn el despacho la perfecta figura del ex capo griego estaba presente. - ¿Qué tal?¿Cómo amaneciste hoy? no habíamos tenido tiempo de tocar el tema más a fondo, ¿qué opinas del embarazo de Antonella. - Sasha preguntaba sin rodeosCreo que aunque no me veía todavía formando una familia, ahora que a llegado, no la pienso dejar ir, cuidaré de ella y el niño todo el embarazo, pero... no los quiero conmigo solo por ese tiempo, los quiero conmigo de forma definitiva, papá, quiero que la madre de mi futuro bebé, se case conmigoEs lo correcto, Abelardo, más sin embargo, no creo que Antonella, acepte casarse contigo sin que Lukani les dé su bendic
La temperatura del restaurante estaba bajo cero, los comensales ya se estaban comenzando a retirar, las cosas se veían peligrosas, los hombres que estaban sentados en aquella discreta mesa, no parecían ser para nada ordinariosSasha estaba realmente furioso al escuchar al imbécil de Lukani, su rival de amores si que era un completo bastardo, con gusto le rompería la cara hasta que ni su propia madre lo reconocieraAbelardo apretó los puños, quería moler a golpes al cabeza de la mafia Cosa Nostra, le estaba costando tolerar como hablaba de que su hijo no llegara al mundo, cómo si hablara de un animal insignificante, una vida sin valor.- ¿Por qué? ¿qué tiene en contra de que mi hijo nazca señor Gambino? es mi hijo, hijo de un Diamantis, pero también es su nieto, el bebé lleva su sangre, ¿qué no se supone que solo por eso debería de protegerlo? por su silencio debo entender que no le hará ¿verdad? al parecer su odio hacia la familia Diamantis, es mucho más fuerte que el amor a su nietoL
El terror atrevezó la mirada azul de Lukani, Gambino, los comensales estaban horrorizados con la terrible escena que estaban presenciando, el padre había baleado a su propia hija, ¡que horror!¡Abelardo..! Antonella alcanzo a decir en el oído al mafioso antes de cerrar los ojos, su herida sangraba demasiado, la bala había dado a un costado de su cintura, el mafioso griego estaba en shock¡Antonella! ¡resiste, cariño, todo va a estar bien, no vas a morir así, te lo prometo! . - Abelardo abrazaba a su pecho a la bella italiana, ella no respondía ya, su cuerpo estaba totalmente sin fuerza¡Papá! ¡Angelo! ¡llamen a una ambulancia, de prisa!. - los gritos de Abelardo eran desesperados, tenía su frente junto a la de Antonella, la mujer de la que se había enamorado y su bebé, estaban en peligro de muerte, ¿en qué jodido momento había pasado está desgracia? la vida no podía quitárselos, no ahora que apenas empezaban su historia de amor¡Hijaaaa! ¡princesa, mía! yo no quise.... yo nunca quise