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Todos los capítulos de Una tutora para el CEO: Capítulo 41 - Capítulo 50
66 chapters
XL: Estamos mejorando poco a poco
April González: —No, espera estamos en el colegio. —siento como me da un beso en el cachete y baja a mi cuello para lamerlo. Carajo, de por si estaba nerviosa ahora ni fuerzas tengo para alejarlo. —No voy a detenerme. — sube mi brasier para tener expuesto mis senos. —Enserio me hieres cuando me ocultas cosas… — comenta mientras muerde unos de mis pezones logrando que cierre mis ojos y aguante un gemido. —Tu tampoco me avisaste que venías o… — trato de hablar, aunque el pacer de mis pechos me estén volviendo loca junto las manos, boca y lengua caliente de Nathan. —Te lo iba a decir, pero la que ni me quiere escuchar desde la mañana eres tú April. — comenta enojado. Sigue besando, succionando, mordiendo mis senos. Siento como quiero llegar al orgasmo… pero al Nathan notar que estoy a punto de llegar se separa. Me pone de frente pegada a la pared fría del salón, presiona su rodilla sobre mi clítoris mientras tiene mi rostr
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XLI: Consejo de secretaria a CEO
Nathan Doménech: Deborah se sienta incomoda delante de mi escritorio, sonrió para mis adentro al ver que piensa que hizo algo malo. Uno mis manos para mirarla con seriedad. Se que no puedo decirle la verdad, pero… —¿Sucede algo malo jefe? — cuestiona algo preocupada. —Si es lo que le mencione de April, no vuelvo hacerlo… — lo interrumpo. —¡No! — exclamo dejándola perpleja, necesito que me cuente todo. —Puedes hablar de tu amiga cuanto quieras, no molesta. —¿Se ha portado bien con April? — pregunta. —¡Es ella la que se esta portando mal, me esta volviendo loco! — exploto. —Habla de domesticación, me hace estar pendiente de ella, logra que despida a quien la toque y ahora quiere salir con un bombero que no conoce bien. Me he portado muy bien y esto es lo que recibo que se vaya con otro hombre. —Como usted con otras mujeres. — responde enojada. —No he tocado a otras mujeres desde que ella… llego a d
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XLII: Un jefe frío, sin sentimientos y calculador
Nathan Doménech: Busco el cuerpo cálido de April, pero encuentro frio. Gruño para levantarme, tener una noche sin sexo hace que te levantes enojado. Me doy un baño y salgo del cuarto donde me encuentro a mi hijo desayunando y hablando con nana. —¿Dónde está tu tutora? — cuestiono sirviéndome una taza de café. —Se fue al colegio. — responde logrando que me ahogue un poco con el café caliente. —¿Tan temprano? — pregunto enojado a lo que mi hijo se encoge de hombros. —Ya lo dije, la has cagado, pero yo soy feliz con tener a April cerca. — contesta logrando que yo frunza mi ceño. —Te llevaré al colegio. — aviso. —No la vas a ver, aunque quieras y por la tarde saldrá con nosotros a comprar las cosas para acción de gracias. Mañana tengo entendido que se va a ver al bombero… — susurra con celos. Siento como me hierve la sangre al ver que hasta mi hijo sabe sobre su salida con el bombero.
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XLIII: La ansiedad del CEO
Nathan Doménech: Esta tensión es horrible, tengo que buscar algo para relajarme… que no sea sexo. Miro la canasta que trajo Deborah en el suelo, me levanto y la tomo. Observo que hay de todo un poco, tal vez si la traté muy fuerte. Pero esta época es una de las fuertes para la empresa, tenemos que sacar varios artículos al mercado para navidades. Miro el celular esperando un mensaje de un nuevo número. Espero que enviar un celular nuevo para April me ayude a ser perdonado y tener una conversación tranquila con ella. Traté de tomar uno que no sea caro, ya que la tutora es sencilla y minimalista. Como algo sencillo de lo que trajo la secretaria y vuelvo a centrarme en mi trabajo. Esperando un mensaje de April que nunca llega. Nuevamente escucho como tocan la puerta a lo que trato de responder de forma normal. —Adelante. — mando y ahí está mi secretaria. —Le traje el almuerzo y son las dos de la tarde. Traté de esperar a qu
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XLIV: Una taza deforme y ejercicios para la ansiedad
April González: —Es como escucharme a mi cuando me cortaba para sentir el ardor y sacar esa presión que sentía. — me rio ante lo que ha dicho y de lo que pasó hace unos meses. —¿Te cortabas? — cuestiona sin poder creerlo a lo que asiento. —No me cortaba para morir. Me gustaba raspar mis dedos con un cuchillo de cierra para sentir el ardor placentero y como salía la presión, pero no llegaba a sangrar. — explico sonriendo. —Lo que necesita es algo para sacar esa ansiedad, lo mejor es que me tienes a mi que sufro de eso. — este me mira desconfiado. —No lo sé, no te veo curada. — responde logrando que llene mis cachetes con aire, vuelvo a centrarme en la taza donde nuevamente queda asimétricas haciendo que gruña. —Tranquila, esta bien. —No esta bien. — contradigo desesperada mirando como donde se supone que una la tome tiene la forma de mi mano. —Yo encuentro la taza bien. — comenta Nathan logrando que me sient
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XLV: Necesitamos ayuda profecional
Nathan Domenech: April entra con pena a la oficina tomando a mi hijo de la mano para retirarse. Esta vestida aún como maestra, pero la ropa que le compré… maldita sea no está provocativa y me tiene loco. No puedo creer que este aquí, me levanto de repente dejando a todos esperando algo. —Perdone jefe fui almorzar, llegue ahora donde encuentro a April y… — interrumpo a Deborah que esta hecha una loca, para que corrío para llegar a tiempo. —Está bien, ha sido el mejor error que has cometido. — respondo con demasiada sinceridad dejando a todos mirándome de forma rara. —Pueden pasar. ¿A que han venido? — pregunto acercándome a ellos dejando a la mujer rubia de ojos azules atrás. —April hizo comida en la mañana y se le olvido dártela para que almorzaras. Le mencioné que tienes dinero demás para comer, pero como Cabrera nos dejó ir temprano fuimos a buscar la comida para traértela. — responde Noah para mirar a April quien le sonríe.
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XLVI: El día de la carrera del pavo
April González: —April por favor trae esas mesas. — manda Leo ya que no estamos preparando para la cerrera del pavo en el colegio. Trato de tomar una mesa, pero se me resbala dando un grito antes de que me caiga en el dedo, pero no siento nada. —¿He perdido la sensibilidad? — pregunto abriendo mis ojos. —Ay April ¿Qué voy a hacer contigo? — pregunta una voz que reconozco. —¿Adrián, que haces aquí? — respondo con otra pregunta mientras veo en el reflejo de sus ojos los brillosos que están los míos. —Bueno hoy nos toca este colegio, ya sabes por lo de las cerreras del pavo. Para velar por el bien de los estudiantes, sus tutores legales y sus maestros. — responde mirando a su alrededor. —¿No has olvidado lo de hoy verdad? — cuestiona mientras rasca su cachete algo preocupado. —¡Claro que no! He estado esperando este día desde que me notificaste. — respondo sonriendo, Adrián se relaja, me sonríe y toma ambas mesas.
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XLVII: Quiero ir a su paso
Nathan Doménech: —¡Nathan dije cuando YO contara hasta tres! — exclama mi hijo molesto. Nos levantamos, aunque siento un leve ardor en mi pómulo y mandíbula. Espero el mandato de mi hijo donde avanzamos con facilidad. Obviamente no puedo dar pasos normales ya que soy mas alto, pero vamos a nuestro paso. Sonrió casi riendo mientras pasamos a los perdedores lentos. Hasta que vi los primero, es el niño que le ganó a mi hijo en el primer juego. —Ahí está el maldito que me empujo cuando subía en la casa inflable. — comenta Noah enojado. —¡Uno, dos y tres! — acelera más nuestros pasos. —¡Eso Doménech! — escucho como exclaman el equipo de tutorías junto a April y Adrián. Ahora yo también tomo este juego de niños enserio, no soporto a los tramposos y April esta esperando que ganemos. Hago que nuestros pasos sean mas grandes, pero con Noah que pueda lograrlo. Nos acercamos con rapidez al primer lugar, donde tratamos con todas nue
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XLVIII: ¿Cómo he llegado a sentir esto por una mujer?
April González: M****a, siento lo mismo cuando estaba dando la charla en la universidad. Mi corazón esta descontrolado tanto que hasta me duele el pecho. Me siento juzgada y sé que hice las cosas mal, no debía aceptar vivir con los Doménech. Se hace visible un vaso de agua, pero no puedo parar de rascar mi brazo. —Ya pueden irse. — comenta Adrián molesto alejando el vaso de agua. —González… — interrumpo a Cabrera. —Se que tengo que recoger mis cosas. — respondo con sequedad y algo brusca para luego rascar mi cuello. —Aquí no ha pasado nada, se pueden ir, el director soy yo y el que debe de tomar la decisión soy yo. ¡Lárguense! — exclama molesto parece que Catia y Carla no se van, escucho como el silencio se apodera del lugar para luego escuchar como Cabrera suspira. —Tranquilízate April te estas haciendo daño. — comenta algo preocupado. —Déjenla tranquila, solo debe respirar. — escucho como dice Nathan sus manos toman
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XLIX: Consejos de padres
April González: Observo como los bomberos juegan con Noah. Sonrió al saber que va a terminar hoy muerto en la cama al llegar a casa. Algunas llamadas llegan donde algunos de los bomberos de la estación se van, pero Adrián esta libre de por sí. Estudio el parecido que tiene el niño con Adrián. ¿Cuántos Doménech habrá por ahí? Solo puedo pensar que la familia de Nathan también era disfuncional. Por lo menos tenía el apoyo económico, aunque es un vivo ejemplo de que el dinero no brinda la felicidad. —Se nota que amas al niño por como lo miras. — comenta Adrián sentándose a mi lado para limpiar su sudor por jugar, me rio. —Si, lo quiero tanto que me quedaría con él toda la vida. — respondo, alejo mis pensamientos de Nathan, me tiro hacia atrás para apoyarme de la silla. —Lamento lo de hoy. —Ya te lo dije, solo mencioné lo que de verdad quiero lograr contigo. — sonrió sin creerle. —¿Por qué? — cuestiono. —Yo solo siento agrad
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