*Kyle*-Mi niño, vas a ser papá.Amara, mi nana desde que tengo uso de razón, llega a mi despacho con un sobre en sus manos y lágrimas en los ojos, por lo que imagino que ya llegaron de la consulta con la obstetra. - ¿Y qué quieres que haga, Amara? ¿Que llore de felicidad? Lamento decirte que no lo haré. No siento ninguna clase de emoción por todo esto.No alzo la cabeza, pero sé que ella me está fulminando con la mirada.Cuando Alejandra me dijo que tenía cuatro semanas de embarazo, todo en mí enloqueció. Ella no podía estar embarazada, y mucho menos de mí. Estoy furioso por su irresponsabilidad, habíamos dejado muy en claro que si yo no usaba preservativo en algún momento ella debía tomar anticonceptivos. Hacerla mía cada vez que quiero es la gloria, sin importar si la lastimo; no necesito sentir ningún afecto hacia ella. Sin embargo no hablo de un dolor físico, para mi desgracia y vergüenza jamás he podido tomarla contra su voluntad, he usado cada una de mis artimañas para seducir
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