En Londres.... Seis horas después se encontraba Beth junto al pequeño Tadeo en la sala de su humilde hogar donde vivía con él desde que nació y lo acogió como su hijo propio. Tadeo tenía un parecido idéntico a su padre legítimo según podía apreciar de la única foto que Elena guardaba del padre de Tadeo que le dio el día que murió, junto con una foto de ella con Tadeo en brazos como único regalo de recuerdo para su adorado hijo. Elena se la dio para que la guardara para su hijo, si algún día su bebe quisiera saber acerca de sus dos padres que lo adoraban con todo su ser, en su lecho de muerte jamás dejo de pensar en su pequeño bebe por lo que le pidió a Dios con todo su corazón que él jamás tuviera que sufrir la pesadilla que ellas vivieron por falta de comida y hogar donde refugiarse en los días fríos, por eso le hizo el mejor regalo que una madre puede dar. Esta menciono las más bellas palabras que aún quedaban clavadas en su corazón. "Hijo mío, sangre de mi sangre te entrego a mi he
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