CAPITULO 3

Zander preparo todo para el viaje a Grecia en menos de un mes, estuvieron Tadeo y ella montados en el jet privado de los Cosmopulos. Beth estaba muy asustada porque no sabía que destino le iba a esperar apenas tocaran piso en Grecia.

Apenas Zander se fue de su casa, ella decidió investigar acerca de los Cosmopulos y lo que descubrió le asusto más porque se dio cuenta que si ellos quisieran quitarle a Tadeo podían hacerlo sin pensar en ellos dos y lo que le dolería la separación a ambos. Los Cosmopulos eran una familia con mucho poder en Grecia y si descubrían que Elena y ella no llevaban el mismo lazo de sangre jamás volvería a ver a Tadeo. Mientras siguieran pensando que ella era la hermana de sangre de Elena no podrían separarla nunca de Tadeo. Lo que más la inquietaba era la actitud de Zander, es verdad que ella jamás había estado con un hombre pero los que conocía eran muchachos de su misma clase que vivían el día a día como ella pero él es toda arrogancia y prepotencia no solo era su manera de ser sino su físico la ponía nerviosa hacia que su cuerpo se estremeciera del deseo. Pero ese tiempo que estuvo con Tadeo lo miraba y le hablaba al niño con amor. Eso hacía que lo admirara pero tenía miedo del daño que él podría hacerle a ella.

-¡Tío!, ¿dónde vamos?...pregunto el niño restregándose los ojos del sueño

-Vamos a la Isla Naxos, Tadeo Mou..- explicó Zander- Esta isla algún día también será de tu pertenencia. Ya que es de los Cosmopulos y tu Tadeo Mou eres uno de nosotros. Por lo tanto, también te pertenece.

- Eso quiere decir que a mi mami también...dijo él con una sonrisa. Zander iba a contestarle a él pero Beth se le adelantó.

-No, mi amor. –contestó Beth. Tú eres un Cosmopulos por parte de tu padre Theo llevas su sangre por lo tanto esa isla es solo tuya.

Zander se quedó sorprendido por las palabras de Beth cualquiera otra mujer podría aprovechar la inocencia del niño para sacar provecho de la familia pero los últimos días podía darse cuenta que ella difería de las demás.

Pronto tendría que ver hasta donde la hermosa Beth se dejaba corromper por la riqueza de los Cosmopulos, igual que todas.

Apenas llegaron a Grecia cogieron un helicóptero para poder llegar a la Isla Naxos, propiedad de los Cosmopulos. Cuando llegaron a su destino una hermosa

Limosina los recogió en el aeropuerto de la isla para dirigirse a donde iban a vivir por un tiempo según le había dicho Zander. Vio el comercio cercano que había en dirección en la casa y pensó que allí podría encontrar trabajo temporal por un tiempo.

Al llegar a la mansión de los Cosmopulos se quedó asombrada parecía el castillo de una muñeca que le había regalado Elena cuando era una niña de ocho años, le hubiera gustado vivir allí junto a Elena. Aún los recuerdos del abandono de su madre la quemaban por dentro. La única que estuvo con ella fue a la única mujer que considero su hermana por mucho tiempo. Elena vino de una familia que la maltrataba jamás recibió amor verdadero de nadie solo de Theo.

Al bajar de la limosina Zander miro la tristeza de los ojos Beth, este no se pudo contener y la acaricio en la mejilla secando aquella lágrima que demostraba cada vez lo equivocado que estaba.

Tadeo corrió por las escaleras hasta toparse con una señora mayor que lo recibió con un fuerte abrazo y le hablaba en el idioma griego que solía usar Zander.

-Buenos días, Rosa Mou... saludo con un fuerte abrazo a la ama de llaves que cuidaba el castillo Cosmopulos.

-Hola, Zander las habitaciones están listas como la solicitaste-sonrió ella-es increíble el parecido que tiene con Theo definitivamente es hijo de él. No hay duda de que ese angelito es su sobrino. Hablo la mujer en su acento griego que ella no entendía para nada.

-Gracias, Rosa Mou...-contesto él- Voy a llevar a mi sobrino y Beth a sus habitaciones para que descansen. Después pueden hacer lo que les plazca, la isla es toda suya. Yo tengo que regresar a Atenas por negocios.

- ¿Que vamos hacer aquí el niño y yo?. Quiso saber ella

-¡Disfrutar de la isla, igual que lo hizo tu hermana!- exclamó Zander

- Pero no te vas a quedar con nosotros.

Zander miro por todos lados buscando a Tadeo por el pasillo para evitar que se diera cuenta de lo que iba a pasar y lo vio dentro de la habitación de niño que había mandado a instalar para él.

-Oh, pethi mou tanto me vas a extrañar cuando me vaya-dijo Zander abrazándola por la cintura, besándola con pasión. Beth respondió al beso tal cual como espera él que lo hiciera. Sintió como su cuerpo se estremeció paso sus manos por sus nalgas aprisionándolas contra él para que supiera lo excitado que lo ponía solo de besarla.

Beth se dio cuenta de lo que estaba sucediendo por lo que se soltó bruscamente de los brazos de Zander a pesar que deseaba seguir besándolo. Por inercia le dio una cachetada.-Siempre tienes que ser tan arrogante-dijo ella enojada.

-Soy todo lo arrogante que quieras, pethi mou pero soy el hombre que logra el deseo en tu cuerpo-dijo él con arrogancia mirándola para marcharse dejándola picada de la furia.

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