56. No me dejes, por favor
Sasha tuvo que retroceder unos cuantos pasos cuando Ares volvió su mano y cerró la puerta para que Axel no los siguiera. Ella cayó en el engaño que su familia le brindó durante tanto tiempo, se quedó siendo el reemplazo de su madre y por alguna extraña razón, ya ella sabía todo, solo que le dolió más escucharlo de los labios de Axel.— Tengo… tengo que irme de aquí —dijo confundida—. Dios, tengo que irme.— Te llevaré a un sitio seguro —dijo Ares, con algo de pesar—. Para que puedas calmar tu mente y que tu bebé se encuentre a salvo.— Gracias —susurró, aun sintiendo la confusión en ella—. Me follaba imaginando que era mi madre…— No pienses en eso ahora, porque te harás daño, Sasha —Ares esquivó a algunos estudiantes—. No digas nada, si no quieres que las cosas se pongan turbias.Ella asintió, dejando que él la sacara de la universidad. Ni siquiera pudo decirle algo a sus amigas de lo que estaba ocurriendo, no tenía fuerzas para nada. Su primer día de clases, y ya había pasado por to
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