capítulo III. Las dos caras de la moneda.
Maye RuízNo puedo creer lo que está pasando en frente de mi, justo ahora veo que mi pasado esta tocando a mi puerta. Hace días, como una semana no lo sé, algo asi aproximadamente, un hombre que pensé que no conocía se apareció en mi lugar sagrado de descanso que es el Bibliocafé ubicado aquí en Bolivia donde actualmente resido.Este hombre guapo, joven con barba, no me gustan mucho los hombres así pero a él se le ve sexi, una sonrisa que haría suspirar a cualquier mujer, lástima que yo no sea cualquier mujer, yo soy la mujer que decidió un día darse a respetar y reconocer que, aunque actualmente no tengo cuerpo de modelo, ni soy rubia ojos azules, está morena vale oro y mi cerebro y todo lo que hay dentro de él, no lo podrían igualar esas muertas de hambre que andan por ahí en esas condiciones solo para llamar la atención de un hombre.Yo no soy de esas, yo sí disfruto de los grandes placeres que nos otorga la vida. Así que ningún desgraciado va a venir a arruinar mi felicidad, no d
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