Mis ojos no dejaban de mirar su rostro, admirar y memorizar cada pequeña facción que se encontrará en el, desde su fino cabello claro peinado de lado, sus perfectas cejas, unos ojos de color que penetraban mi ser y hacían temblar todo en mi, esa refinada nariz, me parecía tan perfecto que en costaba creer que le amaba que alguien como el pudiera fijarse en mi, ni siquiera me había tomado la molestia para ver la habitación tan solo sentía mi cuerpo pegado al suyo mientras mis manos se undian en su cuello. En es se momento recuerdos como flash es inundaron mi mente, desde el primer día que lo había visto en aquel restaurante, me pareció el hombre mas pedante en la faz de la tierra, después cuando fui a su casa y me amenazo llegue a aborrecerlo como a nadie pero la primera vez que pude verlo tal y como era fue cuando vio a su madre postrada en esa cama, sus lágrimas salían de los ojos y por un instante pude verlo tan débil y frajil ante el futuro de su madre que algo dio un vuelco en mi
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