Suspiró, no esperaría, es decir, se sentía mucho mejor desde que bebió el líquido amargo del rubio.Se puso de pie ante la atenta mirada de ambos. Llevaba puesto unos pantalones de pijama anchos de color rosa pastel, una blusa de tirantes violeta y arriba de está una bata algo transparente de tono rosado. Al ponerse de pie la amarró, se puso las pantuflas de peluche, acto seguido y sin mirar a los dos vampiros salió de la habitación.Suspiró cuando empezó a bajar las escaleras. ¡Estúpidos escalones, estúpido castillo frío, estúpidas piernas cortas! Lanzó mil maldiciones hasta llegar a la parte baja del castillo. Casi le da un infarto del susto al ver a Isgeler, el mayor de los hermanos que miraba con escrutinio.—¿Todo bien Reina?— Obviamente el aspecto de la humana no era el mejor. Tenía la piel pálida causa de su baja alimentación, el extremo estrés y ejercicio al cuál se vió gustosamente casi obligada a tener.— ¿Sabes en donde está Ferhial? Y voy a la cocina, muero de hambre— sus
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