Abrí mis ojos pesadamente, él estaba ahí, mirándome de una forma que jamás había visto. Me incorporé en la cama y sin esperarlo él me abrazó, fruncí el ceño y no le correspondi, había pasado tanto desde que sus brazos me habían rodeado, que, todo era tan raro, extraño, confuso.Cierro mis ojos respirando su olor, solo en ese instante me permito sentirme a mi misma, me permito despertar de mi mundo de fantasía. La garganta me dolía, y mi cuerpo se sentía pesado, débil, quería volver a dormir, recargue el peso de mi cabeza en su hombro. Sentí como se separaba y empujaba lentamente de los hombros para volver a recostarme. Separé mis párpados y él aún seguía observándome. De pronto la palma de su mano se alojó en mi frente para previamente suspirar con alivio.—Tu temperatura por fin bajó.—¿Que pasó?—Miré el lugar en donde me encontraba, no era la cabaña que compartía con Adel, entonces los recuerdos llegan a mi mente de una forma demoledora. Estaba atrás de la cabaña, recuerdo a Breiden
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