Cap. 21 Pidiendo por su novio
Se levantó y fue hasta él, acarició su piel y se dijo que ya era hora de hacer algo especial por Adrián, algo que verdaderamente saliese de su corazón. Se arrodilló junto a él y tomó su mano con fuerza y dijo: “Padre Dios, hace tiempo que no recurro a ti, no consideraba necesitarlo, pero esta noche no te voy a pedir por mí, sino por Adrián, mi novio, sé que lo conoces, sabes lo bueno que ha sido. Adrián ahora está dormido, es un sueño largo el que lo acoge y mantiene alejado de las personas que ama. Yo sé que con tu infinito amor lo acompañas este donde este y que siempre le harás compañía. Padre, amo a este hombre y desearía verlo de nuevo bien, pero no se haga mi voluntad, sino la Tuya… Y dile… Que lo amo”. Por primera vez en mucho tiempo se sintió bien, le dio un beso en los labios y salió a comer a la cafetería. No miró el reloj, disfrutó de un sanduche de pollo, charló con parientes de pacientes que pasaban su propio periplo como ella con sus dolientes, le contaban sus
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