Diego se echó a reír ante la estrafalaria noticia, sin creer absolutamente una palabra, Massimo derramó dos lágrimas que lo hicieron retomar la seriedad, si don Massimo era capaz de llorar podría ser cierto, este metió la mano en el bolsillo de su saco y sacó la cadena de plata, esa que siempre tuvo Diego guindada al cuello y se la devolvió. —Supongo que no se la quitaron a mi Daphne porque no vale nada, el significado de esta cadena era simbólico —Diego tomó la cadena, más por no dejarlo con la mano estirada que por saber lo que hacía, estaba en shock. —Don Massimo, no veo cómo pueda ser posible lo que dice. Don Massimo siguió observando la cadena, sin atreverse a verle la cara a él. —La “D” es por Daphne, obviamente, ella era una mujer muy bella y le encantaban las prendas, pero furiosa y harta de mi estilo de vida, las regaló todas a caridad, fue cuando me dejó, el día que me aceptó de nuevo y yo le garanticé que me había salido le regalé esa cadena, diciéndole que n
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