Al día siguiente levanté a Johan muy temprano, Aleks nos llevó a la ciudad y por la tarde se la pasó jugando con Nikolay, tuvo un día tan cansado que se durmió rápido, me estaba arrepintiendo de salir, pero Irina me convenció que estaría atenta de Johan y nos llamaría enseguida, ya le había dicho a Aleks que quería conocer el lugar así que mejor me arregle, me coloqué una blusa roja manga larga y una falda color crema, llevé el cabello suelto y un poco de maquillaje. –¿Qué te parece? –Estás preciosa –respondió Aleks. Eso me tranquilizó porque él más que nadie sabía el tipo de ropa que llevaban a esos lugares, él llevaba una camisa gris con un pantalón negro, le pedí a Irina que me llamará si Johan se levantaba, Aleks casi tuvo que sacarme de la casa cuando había sido yo la de la idea de ir, está vez el chófer condujo por la ciudad hasta llegar a un amplio edificio blanco con letras luminosas, nos dejó en la entrada y Aleks tomó mi mano para entrar, era un lugar fascinante, como si
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