¡Dante!LorenzoLa adquisición del hotel en el pueblo de Amalfi no era mi prioridad, jamás lo sería, pero debía admitir que Federico tenía razón. Si Dante volvía, porque iba a volver, estaría muy decepcionado si perdía la oportunidad de ampliar sus horizontes.Para un hombre tan competitivo como Dante, perder el proyecto en Amalfi supondría una derrota, algo que no iba a suceder si podía evitarlo. Tenía el dinero, el nombre, la reputación de mi nieto en mis manos y no iba a echar a la basura nuestros acuerdos.—Hazte cargo de todo, Federico, estoy confiando en ti, no me decepciones. Demuéstrame todo lo que has aprendido hasta hoy, tienes la oportunidad de hacer que me trague mis propias palabras.—Te aseguro que hoy mismo firmaremos el convenio de compraventa. El hotel de Amalfi, estará entre la lista de tus propiedades antes de que termine la semana—dijo casi con regocijo.—Estoy segura de que harás un magnífico trabajo, Federico. Dante volverá pronto a casa, te aseguro que estará mu
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