Narra Karim.No podía dormir nada, me costaba hacerlo, sin importar que la tengo a mi lado, me cuesta conciliar el sueño, ¿cómo duermo?, sabiendo que en unos 5 meses no podré hacerlo nuevamente porque no la tendré a mi lado. El dolor sórdido se instaló en mi pecho sin darme tregua a respirar, y quisiera liberarme. Sin embargo, no puedo, cuesta, pero lo que más cuesta es dejarla ir, hacerme a la idea que la tengo hoy y tal vez mañana. La soledad será nuevamente mi compañía y esta vez el dolor será mucho incluso más intenso, puesto que, aunque Mirza fue mi luna, a ella no la amé con tanta intensidad; en el momento que la tenía creía hacerlo, sin embargo, era más el efecto del vínculo que un amor tan real como este que siento porque ahora puedo ver la diferencia entre algo que se te designa, a algo que eliges y aceptas porque así lo deseas.Ella dormía tan calmada sobre mi pecho y quisiera detener el tiempo, que este momento se quedara frisado p
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