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Todos los capítulos de DESTINOS ENCONTRADOS. : Capítulo 61 - Capítulo 64
64 chapters
Capítulo cincuenta y nueve.
Pasa tiempo desde que los gritos dejan de traspasar las paredes y mis lagrimas dejan de correr como locas por las mejillas. Apenas siento mi propia respiración, ni las extremidades, las cuales comienzan a dolerme por pasar tanto tiempo en el suelo de rodillas.Todo se ha calmado menos mi interior. Menos el miedo que me recorre las malditas venas. La desesperación que tengo de saber si Eric está bien. De saber qué hace aquí. De saber como me encontró. ¿Por qué se arriesgó?O si también fue una jugada de Jack.Todavía no puedo sacarme de la cabeza sus gritos de dolor. Cierro los ojos con fuerza y paso una de mis manos por estos, queriendo en vano quitarme esos pensamientos.De solo saber que le estuvieron haciendo daño por mi... Por venir a mi.Hace que me entren más ganas de llorar.No debería ser así. No debería sufrir él. ¿Porqué no me golpean a mí?¿Porqué no dejan a todos en paz de una vez por todas y acaban conmigo?Yo soy lo que quieren. ¿Porqué se empeñan en ver sufrir a los demá
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Capítulo sesenta.
Espero a que se haga la hora en la que la rubia vuelva a la habitación.Estoy decidida. Voy a hacerlo.Me convenzo todo el maldito rato de que es lo mejor.De que tengo que arriesgarme.Aprovecho para oír el silencio. Todo es tan extraño... Ni siquiera se escucha nada del otro lado de las paredes. Son fuertes.No oigo a nadie hace horas, desde que la rubia vino. Cierro los ojos con fuerza. De solo imaginar lo que le hicieron a Eric, me estremezco. Se me encoje el corazón.Tengo ganas de vomitar.Pero no siento miedo... No tengo miedo ahora mismo. Lo único que siento es rabia. Rabia contenida. Furia palpitandome las venas. Recorrerme la sangre y calentarme el cuerpo.Debería sentir que esta es la puta tortura, pero no. No siento absolutamente nada. Solo paz y tranquilidad, las mismas que vienen antes de la tormenta.Mantengo la mirada puesta en un punto fijo. En el ropero mugroso y podrido de la esquina. Ese que seguramente lleva años aquí escondido. ¿Habrán pasado mas personas por aqu
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Capítulo sesenta y uno.
Capítulo sesenta y uno.No espera mi respuesta, sino que se frota las manos contra los pantalones y con un leve asentamiento de cabeza hacía el tipo que sigue parado aquí en la sala, pero en otra puerta distinta de la que entró, este último sigue su indicación. Se da la vuelta y abre de par en par las dos puertas de roble que están atrás suyo.Miro con atención y confusión hacía el lugar en concreto. Entra demasiada luz, tengo que entornar los ojos y acostumbrarme a ella. Me da de lleno en el rostro.Oigo el ruido del motor de un auto. El corazón me bombea con fuerza.Es tanto lo mareada que me siento que no me doy cuenta de que Loan me está desposando. No espera a que diga algo, aunque tampoco haya qué decirle, y me levanta de un movimiento brusco. Obliga a mi cuerpo a caminar hacía delante, hacía la luz.No me toca pero lo siento pisarme los talones.—¿Dónde estamos yendo?—pregunto.Miro sobre mi hombro, de repente queriendo volver ahí dentro y que me sienten. El estremecimiento qu
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EPILOGO.
Dos años después. Max. ¿Cuántas veces decimos te quiero?¿Cuántas veces amamos? ¿Y cuántas veces dejamos de hacerlo? Sus flores favoritas eran los tulipanes.Nunca se lo pregunté.Ese pequeño detalle, que no había hecho más que crecer con los meses, se me había pasado por alto.Ese detalle ahora cubre casi toda su lapida.15 de Septiembre del 2019. Samantha había muerto en mis brazos el quince. Y hoy se cumplen dos años de su partida.Tomo una respiración honda mientras me hinco y quito las flores ya podridas. Son flores hermosas pero su duración... No es la mejor. Paso una mano por la piedra que lleva grabada su nombre, quitando así el polvo. Releo una y otra vez las palabras grabadas en dorado.Elegí una de las mejores.Sabía que, aunque no la volvería a ver, seguía mereciendo lo mejor. Y lo mejor que podía darle era esto.Dejo el nuevo ramo fresco en uno de los pequeños floreros que hay al costado. Lo tuve que volver a llenar de agua porque la anterior se había secado. Lo acom
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