Capítulo sesenta y uno.
Capítulo sesenta y uno.No espera mi respuesta, sino que se frota las manos contra los pantalones y con un leve asentamiento de cabeza hacía el tipo que sigue parado aquí en la sala, pero en otra puerta distinta de la que entró, este último sigue su indicación. Se da la vuelta y abre de par en par las dos puertas de roble que están atrás suyo.Miro con atención y confusión hacía el lugar en concreto. Entra demasiada luz, tengo que entornar los ojos y acostumbrarme a ella. Me da de lleno en el rostro.Oigo el ruido del motor de un auto. El corazón me bombea con fuerza.Es tanto lo mareada que me siento que no me doy cuenta de que Loan me está desposando. No espera a que diga algo, aunque tampoco haya qué decirle, y me levanta de un movimiento brusco. Obliga a mi cuerpo a caminar hacía delante, hacía la luz.No me toca pero lo siento pisarme los talones.—¿Dónde estamos yendo?—pregunto.Miro sobre mi hombro, de repente queriendo volver ahí dentro y que me sienten. El estremecimiento qu
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