La mujer que nos acompañaba entró alertada por el ruido, al ver lo que pasaba se paró frente a mí y levantó las manos frente al enorme lobo.—Espera un minuto Marshall, cálmate, recuerda que no puedes lastimarla—, gritó al ver cómo avanzaba.Inmediatamente ella le susurró algo que ni siquiera sabía en qué idioma era, yo no entendí nada, solo me pareció ver al enorme lobo sacudir la cabeza, el animal gruñó una vez más y soltando el aliento, corrió hacia el comedor no sin antes haber soltado un bocado en el aire.Sentí que mi pecho se descomprimía y poco a poco iba liberando el aire retenido, caí al suelo a llorar y temblar.—¡Necesito salir de aquí, no entiendo todo lo que está pasando, tengo demasiado miedo! Y en cualquier momento me va a devorar, por favor ayúdame a salir de aquí, le suplico – le digo entre sollozos.—No te preocupes, él no te va a lastimar—, dijo, inclinándose hacia mí para extender su mano y abrazarme. —Lo entiendo y es normal que tengas miedo, una chica como tú to
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